A pesar de ser Pedro Centeno Vallenilla uno de los más extraordinarios pintores venezolanos del siglo XX pocos conocen su vida sino a travé
s
de anécdotas como la de haber inspirado al poeta Andrés Eloy Blanco a
escribir el afamado poema Píntame Angelitos Negros y su muerte, ocurrida
en su estudio de los Chorros donde fuera encontrado por un sobrino dos
días después, dado que existía prohibición de interrumpirlo cuando
trabajaba.
Gran pintor, fino dibujante, su obra destaca por la contundencia de sus figuras, las pieles tensas y los paisajes feraces que, con cierta largueza, se pueden definir como simbolistas influenciados por una interpretación renacentista quien a través de los desnudos toca el tema indígena, ciertas epopeyas históricas y otros motivos que cautivan al espectador por la sensualidad de las luces, sombras y colores tropicales expuestas en numerosas pinturas, esculturas, monedas y murales, siendo los mas afamados, los ubicados en la Embajada de Venezuela en Washington, el Círculo Militar de las Fuerzas Armadas; y el Palacio Legislativo, ambos de Caracas.
Gran pintor, fino dibujante, su obra destaca por la contundencia de sus figuras, las pieles tensas y los paisajes feraces que, con cierta largueza, se pueden definir como simbolistas influenciados por una interpretación renacentista quien a través de los desnudos toca el tema indígena, ciertas epopeyas históricas y otros motivos que cautivan al espectador por la sensualidad de las luces, sombras y colores tropicales expuestas en numerosas pinturas, esculturas, monedas y murales, siendo los mas afamados, los ubicados en la Embajada de Venezuela en Washington, el Círculo Militar de las Fuerzas Armadas; y el Palacio Legislativo, ambos de Caracas.
