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martes, 23 de agosto de 2011


Rafael Urdaneta, hombre de principios y firmes resoluciones

Reconocido por sus dotes de táctica y estrategia en los combates, admirado y amigo del Libertador Simón Bolívar, quien pidió su ascenso a General en Jefe y lo consideró digno de acreedor de todas las consideraciones del gobierno por el valor e inteligencia con que se distinguió

General en Jefe Rafael José Urdaneta Farías, militar, político y prócer de la Independencia de Venezuela, hombre de principios y firmes resoluciones, siendo una de las más interesantes e importantes figuras de la historia del país.
Nació el 24 de octubre de 1788 en la ciudad de Maracaibo, estado Zulia, hijo de Miguel Jerónimo Urdaneta Barrenechea y Troconis y de María Alejandrina Farías Troconis, ambos de ascendencia vasca.
Con conocimientos en el idioma Latín y filosofía, viajó a Santa Fe de Bogotá en 1804, donde obtuvo un empleo en el Tribunal de Cuentas, nombrado Oficial Tercero, responsable de los pagos a las tropas del Virreinato de la Nueva Granada, adquiriendo así, valiosos conocimientos y experiencia sobre la administración de personal militar.
El 20 de julio de 1810, cuando Colombia declara su independencia, Urdaneta se alista en el ejercito como teniente, donde va ascendiendo hasta llegar a Teniente Coronel, en 1812. Posteriormente se une a Bolívar y tiene un significativo rol en la Campaña Admirable, donde participó en diferentes acciones. Destacándose bajo las órdenes del coronel José Félix Ribas, el 2 de julio de 1813 en la batalla de Niquitao, y siendo decisivo en el triunfo de la batalla de Taguanes contra las fuerzas realistas del Coronel Julián Izquierdo.
Luego de una larga participación en numerosas acciones militares, reconocido por sus dotes de táctica y estrategia en los combates, Bolívar pidió su ascenso a General en Jefe. Además en el informe al Congreso de la Unión en Tunja, el Libertador describió a Urdaneta como “digno de recomendación y acreedor de todas las consideraciones del gobierno por el valor e inteligencia con que se distinguió en la acción”.
Quiso acompañar a Simón Bolívar en la Campaña del Sur, sin embargo esto no le fue permitido, debido a que estimaron que su presencia era más importante en Colombia. Fue uno de los más leales a Bolívar. En 1828, desde la secretaría de Guerra, le tocó juzgar a los asesinos, que atentaron contra Bolívar.
Convencido de la culpabilidad de Santander, lo condenó por no haber impedido la "conspiración contra el jefe supremo de la nación".en 1830, trató de salvar la obra bolivariana y la unidad de la Gran Colombia encargándose de la presidencia, siendo el último presidente de la Gran Colombia.
En 1845 fue su última participación política, cuando fue nombrado por el presidente Soublette como enviado extraordinario y representante de Venezuela ante el gobierno Español para las ratificaciones del Tratado de Paz y lograr el reconocimiento diplomático de este país. Durante el viaje hacia Londres, Inglaterra, se enferma gravemente de un cálculo renal, el cual los médicos recomendaron una intervención quirúrgica que Urdaneta aplazó para terminar su cometido.
Al llegar a París, Francia, el 23 de agosto de 1845, finalmente falleció, mostrando su nivel de de integridad moral, a tal punto que a pesar de dejar a su esposa, Dolores Vargas París, heroína de la independencia de la Nueva Granada, y once hijos en la mayor miseria, murió rogándoles a sus hijos que devolvieran los viáticos que le fueron dados por no haber cumplido cabalmente su misión.
Rafael Urdaneta, fue el General que más recorrió el territorio nacional con las armas y luchando por la República (con excepción del Libertador Simón Bolívar). Fue de los pocos, capaces de comprender el valor histórico real de la concepción bolivariana.