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martes, 8 de noviembre de 2011

Día Internacional del Urbanismo



Por iniciativa del Instituto Superior de Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, en 1949 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaro el 8 de noviembre Día Mundial del Urbanismo como fecha para recordar acciones necesarias para el bien común como el aumento de parques y zonas recreativas, la remodelación de algunas áreas ciudadanas, la terminación de obras de desarrollo urbano, la descongestión de zonas superpobladas y aquellas medidas que disminuyan la contaminación del aire y del agua. Esta fecha es el inicio de diversas iniciativas para el desarrollo urbano sostenible y un hito para las celebraciones de los urbanistas de todo el mundo.

Rebasando el marco en el que por etimología y definición estaba constreñido el urbanismo la ciudad, hoy es una disciplina de objetivo mucho más amplio y se utiliza para la ordenación integral del territorio. El urbanismo, sinónimo de planificación y ordenación, se ocupa de proporcionar modelos territoriales sectorializados, donde cada uno de esos ámbitos tiene asignado un desarrollo acorde con sus aptitudes. Así, habrá unos suelos netamente urbanos, otros urbanizables, esto es, susceptibles de llegar a ser urbanos cuando las necesidades de crecimiento y expansión lo determinen, y, por fin, suelos no urbanizables sin ninguna expectativa de evolución hacia espacios cívicos.

El 8 de noviembre de 1890 muere en Caracas el notable pintor Cristóbal Rojas.



Su vida y por ende su carrera fue muy breve pero en tan corto tiempo logró maestría en sus obras y al morir dejó un gran legado artístico, con obras que reflejan los altibajos de una existencia que no supo de mejores tiempos para recordar. Empezó su aprendizaje como ayudante del ya famoso pintor Antonio Herrera Toro en las decoraciones de la Catedral de Caracas. Años más tarde participó junto a notables artistas de la época como Herrera Toro y Arturo Michelena, en la exposición conmemorativa del Centenario del Nacimiento de Bolívar en 1883, en la cual fue el triunfador con "La Muerte de Girardot en Bárbula".

Al pintar tomaba modelos de la vida real, gente pobre y trabajadora con la cual convivía en el Barrio Latino de París y a quienes convirtió en su tema pictórico favorito, haciendo del barrio el escenario de sus temas. Este tipo de pintura tan de moda en el Salón, se identificó como Realismo Social porque describía la condición humana de los seres menos afortunados.

Los colores que utilizaba eran obscuros: ocres, tierras, marrones, y manipulaba el claroscuro para obligar al espectador a sumirse en el dolor y patetismo de una obra cargada con las preocupaciones y desilusiones de la clase humilde.

Rojas tuvo una vida trágica en medio de múltiples enfermedades. Su temática patética y pesimista representa el sufrimiento como forma de vida. En su pintura "El Purgatorio" la última pintada por el artista y la cual se encuentra en la iglesia de La Pastora en Caracas, se ven los seres condenados por el dolor y la desesperación.

Uno de sus cuadros más famosos "La Primera y Última Comunión" , ejecutada en 1888, muestra su más alto grado de pesimismo y desesperanza. Mas adelante, el patetismo cede ante una obra que presenta colores más claros; y es cuando ejecuta "El Bautizo", obra calificada como la más importante de la vida de Cristóbal Rojas.

Al mismo tiempo, consciente de que la narración en la pintura debe ceder paso a nuevas corrientes, al final de sus días se hizo presente un cambio, una evolución, y este último período muestra al artista que investiga las nuevas corrientes pictóricas del momento. A través de sus naturalezas muertas, de sus paisajes parisinos y estudios como "Muchacha Vistiéndose" y "La Lectora", Cristóbal Rojas empieza a tratar sus cuadros con un toque de impresionismo del cual recibió una influencia sutil, para convertirse así en un pionero de la conciencia moderna del Arte.

La vida de Cristóbal Rojas fue muy corta. Pintó 10 lienzos y murió a los 32 anos, mostrando al final de su existencia un tono más suave, más amable en el lienzo y una actitud más positiva frente a la vida. Hoy la Escuela de Artes Plásticas de Caracas lleva su nombre con orgullo y sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 27 de diciembre de 1958.