El 16 de Diciembre 1842 llegan a Caracas los restos mortales del Libertador, conducidos desde Santa Marta.
Tres días antes, los despojos
del Padre de la Patria arribaron al puerto de La Guaira. A las seis de
la tarde, la comitiva hizo un alto en la iglesia de la Santísima
Trinidad, ahora Panteón Nacional. Impresionante fue el fervor de los
caraqueños que habían visto por última vez a Bolívar en 1827.
Con motivo de la repatriación de sus restos a Venezuela en 1842, y de la cual se rinde cuenta en la siguiente acta:
“ En la ciudad de Santa Marta, a veinte de noviembre de mil
ochocientos cuarenta y dos, hallándose presentes los señores
Gobernadores de la provincia, Joaquín Posada Gutiérrez, Presidente de la
Comisión nombrada por la Nueva Granada para la entrega de las cenizas
del Libertador, Ilmo. Sr. Obispo de la Diócesis, Doctor Luis José
Serrano, Joaquín Mier, y Benítez que son los otros dos comisionados
granadinos, y los señores comisionados de Venezuela, Doctor José Vargas,
General José María Carreño y Mariano Uztáriz; y el prebendado señor
Manuel Cipriano Sánchez que funciona de gran capellán en esta comisión;
los señores jefe político, juez letrado de hacienda, y miembros del
Concejo Municipal; los señores Cónsules extranjeros, inglés, francés y
norteamericano; el señor Comandante y oficialidad de la goleta
venezolana de guerra “Constitución”; los señores Comandantes y oficiales
de los tres buques de guerra extranjeros, francés, inglés y holandés;
los señores Comandante general de este Departamento, mayor de plaza,
estado mayor y demás oficiales de la guarnición; todas las autoridades,
empleados públicos y demás vecinos y señoras de la ciudad, el señor
Gobernador declaró en alta voz que cumpliendo con el decreto del
Gobierno Supremo de la Nueva Granada, fecha 4 de agosto último, se
procedía a la exhumación de los restos venerables del Libertador Simón
Bolívar; y de acuerdo con los señores Comisionados de Venezuela se
levantó una losa de mármol que cubría una bóveda situada en la parte
superior de la nave mayor, cerca de las gradas del presbiterio, y en
cuyo fondo se halló una caja forrada en hoja de plomo; y extraída que
fue abierta, se hallaron los restos de un cadáver que por todas las
señales siguientes, era el mismo idéntico del General Bolívar.