Tomó el poder, haciendo a un lado a su amigo y compadre Cipriano Castro con el visto bueno de los Estados Unidos, sin embargo, no logró ser oficialmente presidente sino hasta 1910, cuando el congreso lo designó.
Su dictadura fue la más prolongada de nuestra historia, detentando el poder durante 27 años, en connivencia con la oligarquía, particularmente con los terratenientes.
Silenció a la oposición política, suprimió las libertades de expresión y
de prensa, las garantías judiciales y a los partidos políticos. Pasa a
la historia por su política de alianza con las empresas petroleras
trasnacionales y con el imperialismo norteamericano. A través de siete
reformas constitucionales logró darle visos de legalidad a las acciones
de su gobierno.