En 1591, fallece el humanista español, Fray Luis de León.
Considerado uno de los escritores más importantes de la segunda fase del
Renacimiento Español, forma parte de la literatura ascética de la
segunda mitad del siglo XVI.
Junto con Alonso
de Ercilla y San Juan de la Cruz, entre otros, representa uno de los
momento más brillantes de la segunda fase del Renacimiento Español y
cuya fama temprana se extendió gracias a las obras poéticas que el
agustino componía como distracción, atrayendo la atención de los
humanistas que formaron la llamada primera Escuela de Salamanca.
Conoce las mazmorras inquisitoriales cuando, utilizando sus grandes
conocimientos del hebreo, explora su semántica para verter al castellano
el espíritu original de los textos antiguos.
El detonante fue
su traducción a la lengua vulgar del Cantar de los Cantares, poemas
eróticos atribuídos al rey Salomón, expresamente prohibidos por la
iglesia.
Aunque salió absuelto luego de un largo proceso que
tomó cinco años, volvió a tener problemas con el mal llamado Santo
Oficio poco antes de su trágica muerte, ocurrida en el Convento Agustino
de Extramuros, en el poblado castellano de Madrigal de las Altas
Torres, cuando su orden estaba a punto de hacerle provincial de la
misma.
Como parte del proceso emprendido para su beatificación,
fue preciso abrir el féretro, que se encuentra en la capilla de la
Universidad de Salamanca, descubriéndose que la tapadera estaba arañada
por dentro, lo que hizo suponer que había sufrido un ataque de
catalepsia y había sido enterrado en vida.