La Historia cuenta que la Virgen de
Coromoto apareció varias veces a los Indios cospes y no solamente a los
mayores sino también a los hijos de éstos, la primera aparición fue en
el año 1651, cuando el cacique de los cospes se dirigía al campo con su
esposa a trabajar, al llegar a la quebrada una hermosa señora que
sostenía en sus brazos un niño, caminando sobre el agua les dijo:
“salgan a donde están los blancos para que les echen agua sobre sus
cabezas para subir al cielo”.
El cacique de los cospes en
un principio hizo caso a las instrucciones y se dirigió la ciudad pero
estando allí añorando el silencio de las montañas y la soledad del
bosque se retiro sin recibir bautismo. Días después de su regreso se
encontraba con sus esposa, hermana y un hijo en su choza durante un
largo silencio, reapareció la Virgen Santísima en el umbral del bohío.