Tiene lugar en las calles de París una manifestación que reúne a más de un millón de personas, en la que se condena el bombardeo y se pide ayuda para las víctimas. Ese día Picasso traza el primero de los bocetos del Guernica.
Del 1ero de mayo al 4 de junio, Picasso realiza una serie de 45 bocetos para el Guernica. Desde el primero de ellos se distinguen varios de los personajes que conformarán el cuadro en su disposición final: el toro, el caballo y la figura de mujer en la ventana con el brazo extendido llevando una luz. Curiosamente, el primer dibujo que le dicta su mano no tiene nada que ver con la guerra y sí, en cambio, con su Mínotauromaquia, grabado realizado en 1935. Se trata de una escena clásica de la corrida: el toro, victorioso, acaba de tumbar al caballo que cae al suelo.
Siguen a este primer dibujo estudios de composición, dibujos y óleos en los que desarrolla estos mismos personajes y en los que van apareciendo otros: el guerrero muerto, la madre con su hijo muerto, y otros que finalmente descartará.
Del 1ero de mayo al 4 de junio, Picasso realiza una serie de 45 bocetos para el Guernica. Desde el primero de ellos se distinguen varios de los personajes que conformarán el cuadro en su disposición final: el toro, el caballo y la figura de mujer en la ventana con el brazo extendido llevando una luz. Curiosamente, el primer dibujo que le dicta su mano no tiene nada que ver con la guerra y sí, en cambio, con su Mínotauromaquia, grabado realizado en 1935. Se trata de una escena clásica de la corrida: el toro, victorioso, acaba de tumbar al caballo que cae al suelo.
Siguen a este primer dibujo estudios de composición, dibujos y óleos en los que desarrolla estos mismos personajes y en los que van apareciendo otros: el guerrero muerto, la madre con su hijo muerto, y otros que finalmente descartará.
Algunos de ellos incluso inauguran una serie con entidad propia al margen del Guernica, como es el caso de las mujeres llorando, personaje que el pintor no incluirá finalmente en el cuadro y que exhibe cada vez mayores puntos de contacto y parecido con su amante, Dora Maar, que de esta forma se convierte en la musa de uno de los más impresionantes momentos de la actividad picassiana.
Los dibujos realizados después de finalizado el cuadro, que forman parte del legado suscrito al Guernica, serán denominados a partir de ese momento "postcriptos", según estableciera Alfred H. Barr Jr.
Los dibujos realizados después de finalizado el cuadro, que forman parte del legado suscrito al Guernica, serán denominados a partir de ese momento "postcriptos", según estableciera Alfred H. Barr Jr.
En la década de 40, puesto que en España se había instaurado el régimen dictatorial del general Franco, Picasso optó por dejar que el cuadro fuese custodiado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, aunque expresó su voluntad de que fuera devuelto a España cuando volviese al país la democracia. En 1981 la obra llegó finalmente a España. Se expuso al público primero en el Casón del Buen Retiro, y luego, desde 1992, en el Museo Reina Sofía de Madrid, donde se encuentra en exhibición permanente.