Maupassant fue admirador y amigo de Gustave Flaubert al que conoció en 1867. Éste lo tomó bajo su protección y le abrió la puerta de algunos periódicos. El escritor viaja a París tras la derrota francesa en la Guerra Franco-Prusiana y trabaja como funcionario en varios ministerios, hasta que publica en 1880 su primera gran obra, Bola de Sebo, en un volumen naturalista preparado por Émile Zola: Las veladas de Médan.
Son especialmente destacables sus cuentos de terror, género en el que es reconocido como un maestro, a la altura de Edgar Allan Poe. En estos cuentos, narrados con un estilo ágil y nervioso, repleto de exclamaciones y signos de interrogación, se ve la presencia obsesiva de la muerte, el desvarío y lo sobrenatural, entre los que cabe mencionar: ¿Quién sabe?, La noche, La cabellera y El Horla y novelas como Bel-Ami, Fuerte como la muerte, Pierre y Jean, Mont-Oriol y Nuestro Corazón.
