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viernes, 22 de febrero de 2013


TAL DÍA COMO HOY NACE ALFREDO SADEL


Nació en Caracas el 22 de febrero de 1930 y falleció en esa misma ciudad el 28 de junio de 1989.
Muy joven se inició como cantante en Radio Caracas Radio (1946). Posteriormente ingresó en el famoso programa la "Caravana Carnel", que transmitía Radiodifusora Venezuela.
Allí le exigieron cambiarse el nombre, por lo cual combinó Sánchez con Gardel y se hizo llamar Sadel.
En 1948 grabó el pasodoble "Diamante Negro", en homenaje al torero venezolano de mayor popularidad en ese momento, y se constituyó en verdadero atractivo para el cine, de modo que fue contratado para actuar en la película venezolana "Flor del campo". (1951), lo cual acrecentó su popularidad.
En 1953 viajó a Estados Unidos para realizar algunas presentaciones: actuó en el Chateau Madrid de Nueva York durante 3 meses consecutivos, lo que estableció un récord. También debutó en la televisión norteamericana en el conocido programa , "La Hora de la Comedia Colgate". En 1955 grabó con el sello RCA Víctor uno de sus grandes éxitos -Mi canción", primer disco de larga duración en la discografía latinoamericana. El año siguiente viajó a México y actuó en las películas . "Tú y la mentira" y "El ratón". Miembro fundador de la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena, regresó a Estados Unidos contratado por la Metro Goldwyn Meyer (1958) para sustituir a Mario Lanza. En ese año actuó también en el "Ed Sullivan Show" y en el "Firestone Show" de Nueva York.
En 1961 se inició como cantante lírico con la zarzuela "Los Gavilanes", presentada en el Teatro Nacional de Caracas. A fines de ese año se marchó a Italia para realizar perfeccionamiento vocal. Luego de casi un año en Milán, viajó nuevamente a Nueva York, donde participó en la ópera cubana "Cecilia Valdez". Después inició una gira por diversos países de Europa y América para presentar "Rigoletto", "El Barbero de Sevilla" "Carmen" y "Don Pasquale" (1967-1968), entre muchas otras.
Durante casi toda la década de 1970 participó en temporadas de zarzuelas, tanto en Venezuela como en diversos países de Europa. Entre 1988 y 1989 se presentó en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, junto a la Orquesta Sinfónica de Venezuela.

domingo, 3 de febrero de 2013

El Gran Mariscal Antonio José de Sucre. Un militar de libertades


Considerado el militar más completo de todos los próceres, participó desde muy joven en la gesta emancipadora de Hispanoamérica. Su conducción en la batalla de Ayacucho fue de las más brillantes de la guerra y le valió el título de Gran Mariscal de Ayacucho.

Antonio José de Sucre nació en Cumaná, hoy estado Sucre, el 3 de febrero de 1795. General en Jefe del Ejército de Venezuela, Colombia y Ecuador. Gran Mariscal de Ayacucho. Presidente de Bolivia. Político y estadista. Hijo del Teniente Vicente de Sucre y Urbaneja y de María Manuela de Alcalá.

Es considerado como el militar más completo y cabal de los próceres de la independencia suramericana. Fue un paradigma en el estricto cumplimiento de su deber; era inflexible, duro y justo. Sus antecesores fueron, casi todos, militares. Su madre murió cuando él tenía 7 años. En su adolescencia fue enviado a Caracas, al cuidado de su padrino, el arcediano de la Catedral, presbítero Antonio Patricio de Alcalá, para iniciar estudios de Ingeniería Militar en la Escuela de José Mires.

En 1809, se integró junto con su hermano Pedro y otros jóvenes, como cadete de la Compañía de Húsares Nobles de Fernando VII, en Cumaná. En 1810, la Junta de Gobierno de Cumaná le confiere el empleo de Subteniente de Milicias Regladas de Infantería. Este grado fue ratificado por la Junta Suprema de Caracas el 6 de agosto de ese año.

En 1811, desempeña en Margarita el cargo de Comandante de Ingenieros. El 31 de julio de ese año recibió el despacho de Teniente. En 1812, se halla en Barcelona en calidad de Comandante de Artillería, allí junto con otros notables ciudadanos firmó el acta de la junta de guerra que se reunió para resolver lo concerniente a la seguridad de la República, a raíz de los acontecimientos sucedidos en Caracas por la ofensiva de Domingo de Monteverde.

En 1813, figura entre el grupo de los Libertadores de Oriente y bajo las órdenes del general Santiago Mariño participa en las operaciones por la liberación del Oriente venezolano.

En 1814, como Edecán del General Mariño, asiste a la conjunción de las fuerzas del Oriente con las de Occidente en los valles de Aragua. En ese mismo año, sus hermanos Pedro, Vicente y Magdalena perecen a manos de los realistas. No menos de 14 parientes cercanos suyos caen durante el transcurso de la guerra de Independencia.

En 1815, tras combatir bajo las órdenes del General José Francisco Bermúdez en Maturín, pasa a Margarita y, escapando del General Pablo Morillo, sigue a las Antillas y Cartagena. En 1816, Mariño lo nombra Jefe de su Estado Mayor y lo asciende a Coronel. Este mismo jefe lo designa en 1817, Comandante de la Provincia de Cumaná.

El 17 de septiembre de 1817, Sucre recibió de Bolívar la designación de Gobernador de la Antigua Guayana y Comandante General del Bajo Orinoco; y también el encargo de organizar un batallón con el nombre de Orinoco.

La gesta emancipadora americana

Empezaba así, su carrera de gobierno en la cual desempeñaría varios cargos de la administración civil, hasta ser Presidente de la República de Bolivia. El 7 de octubre de 1817, recibió el nombramiento de Jefe de Estado Mayor de la División de la Provincia de Cumaná, bajo las órdenes del General Bermúdez.

En agosto de 1819, fue ascendido a General de Brigada por el Vicepresidente de Venezuela, Francisco Antonio Zea; grado que será ratificado por Bolívar el 16 de febrero de 1820. Viaja a las Antillas para adquirir material de guerra, y ejerce interinamente la cartera de Guerra y Marina. Fue uno de los comisionados para concertar los Tratados de Trujillo sobre armisticio y regularización de la guerra que, en noviembre de 1820, suscribieron los Generales Bolívar y Pablo Morillo. Bolívar dirá que este instrumento regularizador representa ."el más bello monumento a la piedad aplicada a la guerra".

El 11 de enero de 1821, fue nombrado en Bogotá Comandante del Ejército del Sur, en reemplazo del General Manuel Valdés; fuerza que desde 1920 operaba en Popeyán y Pasto.

El 6 de abril de ese año, Sucre llega a Guayaquil y al presentarse ante la Junta de Gobierno, expuso la idea de la unión de la provincia con Colombia. El 15 del mismo mes, fue firmado el tratado que estipulaba que Guayaquil mantendría su soberanía pero bajo la protección de Colombia. En aquella oportunidad Sucre quedó facultado para abrir la campaña contra los realistas, y con tal motivo, Guayaquil le ofreció todos los recursos disponibles.

Diversos sucesos impiden la unión efectiva de Guayaquil a Colombia, en virtud de las aspiraciones peruanas. Sucre logra que, ante todo, la lucha se concentre contra el enemigo español. Despliega un efectivo plan estratégico, y el 24 de mayo de 1822 libra la batalla de Pichincha, que conduce a la capitulación del mariscal realista Aymerich y la incorporación del territorio ecuatoriano a la Gran Colombia.

Bolívar lo asciende a general de División y lo nombra Intendente del departamento de Quito. En el cargo desarrolla una positiva obra de progreso; funda la Corte de Justicia de Cuenca y en Quito funda el primer periódico republicano de la época: El Monitor. Instala en esa ciudad la Sociedad Económica. Se interesó por la educación, y elevó en Cuenca el número de escuelas de 7 a 20.

A comienzos de 1823, el Perú llama a Simón Bolívar para que se haga cargo de la empresa libertadora, pero ante la imposibilidad de viajar de inmediato, designó a Sucre y lo proveyó de las credenciales para las comisiones que debía cumplir en el Perú. El 10 de mayo de ese año, Sucre llegó a Lima y al día siguiente presentó credenciales, en momentos cuando el Perú hacía frente a una situación muy embarazosa, consecuencia de la inestabilidad política y del reciente fracaso militar de los republicanos. El 30 de mayo recibió Sucre el nombramiento de Comandante del Ejército Unido, y el 21 de julio fue proclamado Jefe Supremo Militar, cargo aceptado por Sucre con la condición de ejercerlo solamente en el teatro de guerra. La campaña no tiene éxito y Sucre regresa a Lima.

El 1 de septiembre llegó Bolívar al Perú, y desde el mismo día contó con la cooperación de Sucre. En su condición de Comandante General del Ejército Unido participó en las operaciones que condujeron al triunfo de los republicanos en la batalla de Junín del 6 de agosto de 1824, y en las operaciones subsiguientes.

A fines de octubre del 24, desde Cuzco lanzan su ofensiva los realistas contra el Ejército Unido Libertador. Sucre maniobra para evitar tener que librar el combate en condiciones desventajosas y traslada sus fuerzas al campo de Ayacucho donde hace frente a los realistas el 9 de diciembre, con victoria para las armas republicanas, tras la cual los vencidos se entregan mediante una capitulación, concedida por Sucre. Fue la última batalla del proceso emancipador. Bajo las órdenes de Sucre combatió una efectiva representación de la unidad continental en oficiales provenientes de Venezuela, Colombia, Ecuador, Panamá, Guatemala, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Curazao, Puerto Rico y México; además de algunos oriundos de naciones europeas.

El Mariscal de Ayacucho

En 1825, Bolívar redacta y publica su Resumen sucinto de la vida del General Sucre, único trabajo en su género realizado por el Padre de la Patria. Allí, no escatima elogios ante la hazaña culminante de su fiel lugarteniente: "La batalla de Ayacucho es la cumbre de la gloria americana, y la obra del General Sucre. La disposición de ella ha sido perfecta, y su ejecución divina. El General Sucre es el padre de Ayacucho, es el redentor de los hijos del Sol: es el que ha roto las cadenas con que envolvió Pizarro el Imperio de los Incas.".

El Congreso del Perú le confiere el grado de Gran Mariscal de Ayacucho.

A raíz de la victoria de Ayacucho, Sucre entra triunfante en el Cuzco y liberta después las provincias del Alto Perú. En 1825, convoca a los representantes de dichas provincias para reunirse en Asamblea, y con la aquiescencia de Bolívar, ésta decide la creación de Bolivia, nueva República, el 6 de agosto de 1825, de la cual Sucre será elegido como su primer Presidente. Es significativa la obra cumplida por el Mariscal Sucre en Bolivia, especialmente en la organización de la Hacienda Pública y de la Administración general. Se empeñó en promover la libertad de los esclavos y el reparto de tierras a los indios, y sobre todo en beneficio de la educación y la cultura.

En mayo de 1826, dio a Bolivia 13 decretos referentes a la creación de colegios de ciencias y artes, más institutos para huérfanos y huérfanas en todos los departamentos, y el establecimiento de escuelas primarias en todos los cantones de la República.

Pugnas políticas internas y su deseo de contraer matrimonio lo alejan de Bolivia. En 1829, Colombia requiere sus servicios para mandar el ejército que debe enfrentar la ofensiva peruana en el sur del Ecuador. Triunfa en la batalla de Tarquí (27 de febrero de 1829) y ofrece a los vencidos una capitulación, que es modelo de generosa fraternidad americanista, fiel a su lema: "Nuestra justicia era la misma antes y después de la batalla".

En la difícil situación de 1830, se destaca en el quehacer político por su consecuencia hacia la persona y la obra de Bolívar. El Congreso Admirable, reunido en Bogotá, lo elige su Presidente en enero de ese año. En febrero, el mismo cuerpo le encarga una misión conciliadora ante el gobierno de Venezuela. A mediados de marzo, la comisión ha llegado a territorio venezolano, pero por imposición del gobierno de Venezuela tiene que regresar a la Villa del Rosario en Cúcuta, donde se llevan a cabo conversaciones, que no llegan a nada.

Sucre regresa a Bogotá, mientras la situación se agrava y la obra de Bolívar se fragmenta. Cuando va de vuelta a encontrarse con su familia en Quito, el Mariscal Antonio José de Sucre es asesinado a traición, en la montaña de Berruecos en el sur de Colombia, el 4 de junio de 1830. José María Obando fue señalado como autor intelectual y Apolinar Morillo como ejecutor del crimen.

La vida de Antonio José de Sucre fue sin duda, un luchar continuo. Combatía contra las fallas humanas, contra los elementos, contra las distancias. Su preocupación por los servicios, por la eficiencia administrativa, llenó muchas horas de su vida. Fue indoblegable en su actitud vigilante por la probidad. Castigaba sin vacilar los crímenes, vicios y corruptelas, y sobre todo resaltan en Sucre los conceptos del patriotismo americano, del honor, de la gratitud y la lealtad.

domingo, 27 de enero de 2013


Nuestra América camina unida a 160 años del natalicio de José Martí

Foto:Agencia
Un 28 de enero de 1853 La Habana, Cuba, vio nacer a José Martí, un hombre de profundo pensamiento político y filosófico que avizoró el futuro latinoamericano en su ensayo Nuestra América, escrito en 1891, escrito vigente por su llamado a la unidad, igualdad y alerta frente al "tigre de afuera", título con el que nombró al imperialismo estadounidense.
En Nuestra América, Martí "plasma un proyecto político de lo que debería ser América Latina. Allí expone de dónde nosotros debemos formarnos. Él lo plantea desde nuestras propias raíces. Pese a que somos una mezcla cultural, Martí reflexiona que desde esa diversidad nosotros debemos construir una nueva América con la cual identificarnos", expone la directora de la Casa Nuestra América José Martí, Zayda Castro.
Unidad, igualdad, democracia y libertad son los principios necesarios que el pensador dejó plasmados en el escrito que aún resuena en el espíritu latinoamericano. Sin embargo, también exhorta a "estar despiertos" porque como recuerda Castro, él llegó a decir: "Yo viví en el monstruo y conozco sus entrañas".
"Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas. Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de Los Andes", escribe Martí en Nuestra América.
Su pluma se edificó en géneros tan amplios como la poesía, la crónica, el artículo, el ensayo y el reportaje periodístico.
Sus inicios en los oficios periodísticos despertaron a la corta edad de 15 años en su Habana natal. El joven escribió el soneto ¡10 de octubre!, en El Siboney, una publicación clandestina entre los estudiantes de segunda enseñanza de la capital cubana.
"Sus artículos siempre se referían a la libertad. También fue crítico del deporte y en esa etapa se pronunció contra el fútbol y boxeo americano por su rudeza. Él exponía que ambos deportes iban en detrimento de la unidad humana", describe la también investigadora de su obra.
Sus líneas adquirieron prestigio internacional, razón por la que entre 1875 y 1876 colaboró con la revista Universal, de México, con la redacción de artículos sobre arte, política, sociedad y economía bajo el seudónimo de "Orestes".
De igual manera, fundó y dirigió en Caracas la Revista venezolana que sólo pudo publicarse en dos oportunidades debido a su salida obligada del país.
En el segundo número de la revista, Martí publica un artículo en homenaje a su amigo, el escritor y humanista venezolano Cecilio Acosta, debido a su repentina muerte el ocho de julio de 1881. Acosta fue uno de los críticos más punzantes del presidente Antonio Guzmán Blanco.
A su salida del país se residenció en Nueva York, Estados Unidos, desde donde colaboró como corresponsal del periódico venezolano La Opinión Nacional. Allí redactó la sección Constante desde la que publicó un total de 112 notas sobre historia, literatura y ciencia con el seudónimo de "M. De Z".
Su paso por Venezuela
Animado por conocer Venezuela, a la que él calificaba como "La cuna de la libertad" y la "Jerusalén de América", Martí llega al puerto de La Guaira, hoy estado Vargas, el 20 de enero de 1881.
Cuenta Castro que sin importar el descanso físico tras varios días sumergidos por caminos boscosos, apenas Martí pisó suelo caraqueño se dirigió a la plaza Bolívar de la capital para encontrarse con la estatua ecuestre de Simón Bolívar.
"Como un niño que se reencuentra con su padre con lágrimas en los ojos" describe Castro el recuerdo de aquel episodio.
En su paso por el país, el hombre se relaciona con sus homólogos pensadores, poetas e intelectuales, quienes se reunían en la Escuela de las Primeras Letras de Caracas, recinto que en otrora fuera la casa en donde El Libertador recibió sus primeras enseñanzas bajo la orientación del maestro Simón Rodríguez, y que hoy en día funciona como la Casa Nuestra América José Martí, ubicada en el bulevar Panteón.
"Martí conocía esa anécdota, por eso a su llegada también se dirigió para allá", relata Castro.
En seis meses por la ciudad, Martí la recorre a plenitud y hace de la esquina Altagracia su hogar. En ese mismo lugar se levanta un busto en homenaje a su estadía y en recuerdo de las tertulias y encuentros históricos que tuvieron lugar allí.
En los días que vivió alejado de su esposa e hijo, Martí también vivió días melancólicos que supo plasmar en el libro infantil El Ismaelillo, escrito en el país con la añoranza de reencontrarse con sus familiares.
"Hijo, espantado de todo me refugio en ti", rememora Castro como primeras líneas escritas en el prólogo de la publicación.
Su despedida del país fue un episodio cargado de sentimiento para él. Después de publicar su artículo en homenaje a Acosta, el mismo Guzmán Blanco le exige que escriba unas palabras similares en homenaje a su persona.
Sin embargo, "Martí era consecuente con sus principios bolivarianos. Él no era una persona a quien se le obligaba a escribir", explica la investigadora.
Ese "no" contundente se acompañó de otra negativa presidencial: Martí no podía seguir en suelo venezolano. Obligado, tuvo que partir.
Relata Castro que antes de marcharse, Martí escribió:
"Ni zarzas ni guijarros distraen al viajador en su camino: los ideales enérgicos y las consagraciones fervientes no se merman en un ánimo sincero por las contrariedades de la vida. De América soy hijo: a ella me debo. Y de la América, a cuya revelación, sacudimiento y fundación urgente me consagro, ésta es la cuna; ni hay para labios dulces, copa amarga; ni áspid muerde en pechos varoniles; ni de cuna reniegan hijos fieles. Deme Venezuela en que servirla: ella tiene en mi un hijo".
Martí murió en Dos Ríos, Cuba, el 19 de mayo de 1895 mientras luchaba frente a fuerzas españolas por la libertad de su patria.

jueves, 24 de enero de 2013


 24 de Enero de 1888
NOMBRADA TUCUPITA CAPITAL DEL ENTONCES TERRITORIO FEDERAL DELTA AMACURO
Durante el gobierno regional de Juan José Yépez, la ciudad de Tucupita se estrena como capital del entonces Territorio Federal Delta (actual Estado Delta Amacuro) el 24 de enero de 1888. En los mapas que elaboró Walter Raleigh esta ciudad aparece con el nombre de Cutupity Village.
El Territorio Federal Delta se creó en 1884, y su primera capital fue Pedernales, hasta la designación de Tucupita, el 19 de agosto de 1887. El traslado de la capital a Tucupita fue el 24 de enero de 1888. En 1901 se crea el Territorio Delta Amacuro, con capital en San José de Amacuro; y en 1905 se le da el nombre de Territorio Federal Delta Amacuro, hasta convertirse en Estado en nuestros días.
TUCUPITA
Ciudad y capital venezolana del estado Delta Amacuro y del departamento homónimo. Se ubica a 7 m. de altitud en la orilla oriental del caño Mánamo, en el delta del Orinoco. El dique construido sobre el caño Mánamo es aprovechado como viaducto relacionado con la red vial nacional. Este dique ha posibilitado un desarrollo agrícola con plantaciones de arroz, maíz y ocumo, así como una ganadería bovina y de búfalos, lo que ha favorecido a esta ciudad. Existen problemas ambientales causados por la sulfuración de los suelos y la eutrofización. En Tucupita se han instalado servicios administrativos, comerciales, aserraderos y refinerías de los yacimientos cercanos de petróleo. Bien comunicada, cuenta con puerto y aeropuerto. La ciudad experimentó un gran auge a partir de 1933, gracias a la explotación petrolera que se mantuvo hasta comienzos de la década de 1960. Población (según estimaciones para 1996), 57.047 habitantes.

miércoles, 23 de enero de 2013


Mujeres Revolucionarias de Venezuela

Ana Soto
Ana Soto, guerrera indígena gayona, quien luchó en contra de la Conquista española en las tierras que conforman hoy el estado Lara. Nació en 1618, lideró un movimiento de hombres y mujeres indígenas en la zona de lo que hoy es la región Centro-Occidental: Lara, Yaracuy, Portuguesa y Falcón. El movimiento que lideró mantuvo una feroz lucha de resistencia en contra de la Conquista española durante 50 años, hasta que finalmente fue apresada y asesinada cruelmente por sus captores.



Josefa Joaquina Sánchez
Josefa Joaquina Sánchez (18 de octubre de 1765, La Guaira, Venezuela - 1813, Cumaná, Venezuela) fue una venezolana que participó en la Conspiración de Gual y España organizada por su esposo, el militar venezolano José María España; es recordada primordialmente por haber promocionado la conspiración y por la confección de la bandera del movimiento revolucionario, lo cual le ha llevado a ser considerada como la «bordadora de la primera bandera de Venezuela». Sufrió cárcel durante más de 8 años y fue confinada en Cumaná donde terminó su vida.


Eulalia Ramos de Chamberlain
Eulalia Ramos de Chamberlain, Nació en Tacarigua de Mamporal, Edo. Miranda, el 12 de febrero de1796, murió en Barcelona, Edo. Anzóategui, el 7 de abril de 1817. Valerosa mujer que ofrendó su vida en la Casa Fuerte de Barcelona. Al grito de "Viva la Patria, mueran los tiranos",recibió una descarga en el pecho, fue mutilado su cuerpo y amarrado a la cola de un caballo.


Luisa Cáceres de Arismendi
Luisa Cáceres de Arismendi, (Caracas, 25 de septiembre de 1799 - Caracas, 28 de junio de 1866). María Luisa Cáceres Díaz (conocida por la historia como Luisa Cáceres de Arismendi) es uno de los personajes femeninos más insignes y heroína de la gesta de independencia de Venezuela. Esposa del General Juan Bautista Arismendi. A sus 17 años, estando embarazada fue recluída y torturada en la Fortaleza de Santa Rosa en La Asunción, provocando el aborto que acabó con la vida de su hija y cuyo cadáver permaneció a su dolorosa visión en el estrecho calabozo durante 2 días. Sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional el 24 de agosto de 1876 convirtiéndose en ser la primera mujer cuyos restos reposan en el más alto altar de la Patria.


Juana Ramírez "Juana La Avanzadora"
Juana Ramírez “Juana La Avanzadora”, (Chaguaramal, 1790 - Guacharacas, 1856). Conocida como «Juana La Avanzadora» fue una heroína de la guerra de independencia de Venezuela. Su madre se llamaba Guadalupe Ramírez y su padre uno de los Generales Rojas: Andrés o José Francisco. Su madre fue traída de África y fue comprada por la familia del General Andrés Rojas. La esclava Guadalupe y su hija trabajaban en las tierras que la familia Rojas. Fue criada bajo la tutela de Doña Teresa Ramírez de Balderrama quien la protegió y le dio su apellido.
Juana participó en las batallas que se realizaron en las cercanías de Maturín, contra Antonio Zuazola, de La Hoz, Monteverde y Morales.
En la batalla del 25 de mayo de 1813, Juana tuvo una significativa participación. Ese día patriotas y realistas se enfrentaron en una dura lucha que tuvo su final al oscurecer el día. Siguiendo las órdenes del Comandante Felipe Carrasquel, avanzó con su batería de mujeres y les dio el triunfo a los patriotas.


Teresa Heredia
Teresa Heredia, nace en la villa de Ospino en 1797 se casa a los 17 años a los 19 años fue procesada y declara bajo juramento ser católica apostólica y romana, viuda de Jose Antonio Aguero, isleño, de oficio costurera y dedicarse a enseñar a leer a niños de la comunidad
Sin embargo es vista como una de las rebeldes que conspira a favor de la emancipación es trasladada a Valencia donde el Gobernador Luis Dato la expone al escarnio público haciéndola caminar desnuda con un redoble de tambores bañada en miel y cubierta con plumas en la población de Barvula.
Su movilidad hacia lugares de conspiración la hacen sospechosa. Sufre cárcel en los calabozos de La Guaira y el fiscal Antonio Guzmán sin pruebas y con testigos comprados promueve su expatriación, el gobernador Maso ordena su expulsión a norteamerica por ser mujer peligrosa y rebelde, finalmente rehace su vida se casa nuevamente, tiene hijos y muere en Estados Unidos.

Ana María Campos
Ana María Campos, hija de los Puertos de Altagracia, en todo momento participaba en beneficio de la emancipación; asistía en Maracaibo a las reuniones secretas para organizar la defensa contra el general realista Francisco Tomás Morales, quien, después de la Batalla de Carabobo, se trasladó a Puerto Cabello y luego a Maracaibo. Es famosa su frase de: "Si Morales no capitula, monda" (muere). Al ser capturada, los realistas la castigaron públicamente, paseándola por Maracaibo montada semidesnuda en un burro, llevando latigazos como escarmiento para que retirara lo dicho; Ana María soportó estoicamente el castigo, sin doblegarse.


Cecilia Mujica
Cecilia Mujica, conocida como "La Mártir de la Libertad" era hija de del realista Martín de Mujica de familia acomodada y prometida del joven español Henrique de Villalonga con quien compartía las mismas ideas revolucionarias.
Muere su padre como una de las muchas víctimas del terremoto de 1812 y a partir de aquel momento Cecilia se convierte en una de las más audaces propagandistas de las ideas emancipadoras, encendidos boletines clandestinos son distribuidos por Cecilia en la ciudad de San Felipe
El gobernador de San Felipe, el teniente realista Don José Millet, hace levantar un cadalzo como contrapeso al decreto de guerra a muerte dictado por Bolívar en 1813 es justo en ese mismo año que es sentenciada de antemano a morir fusilada.


Consuelo Fernández
Consuelo Fernández, digna mujer nacida en Villa de Cura que desafió públicamente al coronel realista que ocupaba La Victoria al negarse a sus cortejos, le interceptan una carta enviada a su hermano donde le anunciaba la pronta ocupación de aquella ciudad por José Tomas Boves para que lo advirtiera al general José Félix Rivas, por esta razón y el desprecio al coronel realista es condenada a muerte y fusilada a los 17 años al grito: ¡Viva la Patria! ¡Viva la Libertad!.


Luisa Arrambide de Pacanins
Luisa Arrambide de Pacanins, esta mujer de extraordinaria y delicada belleza nace en la Guaira en 1798 hija de Don Javier de Arrambide -acusado de asociarse a la conspiración de Gual y España- y Doña Petronila Roldan. 
En su residencia bajo el pretexto de fiestas, reuniones musicales, tertulias literarias y conversaciones intelectuales donde en alguna de ellas hicieron presencia Simón Bolívar y Tomás Montilla se organizan clandestinas organizaciones a favor de la emancipación y futuros planes a ejecutar por los patriotas.
Estos festejos culturales atraen el odio realista y Luisa Arrambide es condenada a ser azotada públicamente hasta perder el conocimiento en la plaza de San Juan (hoy plaza Capuchinos) se comenta que soportó el castigo sin derramar una lágrima 
Luisa Arrambide se casa con Tomás Pacanins y emigra a Puerto Rico donde tuvo cinco hijos y muere a la edad de 28 años, en su lecho de muerte fue atendida personalmente por el doctor José María Vargas en el año de 1825


Josefa Camejo
Josefa Camejo, luchó como cualquier otro soldado en la gesta independentista venezolana, enfrentando los prejuicios y barreras que relegaron a la mujer a ocupar el lado oscuro de la historia. Hizo sentir su valía como patriota y mujer, cuando en 1811, en Barinas, ante la amenaza de los realistas, solicitó al gobernador permiso para protegerlo, extrañada de que "no se haya contado con las mujeres para proteger su seguridad...", asegurándole que "...el sexo femenino no teme los horrores de la guerra; antes bien, el estallido del cañón no hará más que encender en nosotras el deseo de libertad...". Su vida entera la entregó a la causa republicana, luchando hombro con hombro con los patriotas, e incluso, comandando rebeliones por toda la Provincia de Coro.


Leonor Guerra
Leonor Guerra, nace en Cumaná (Edo. Sucre) y muere en la misma ciudad en 1816. Admirable mujer que se inmoló en aras de la Patria.Condenada en 1816 por insurgente revolucionaria, fue atada sobre un burro enjalmado y azotada públicamente por las calles de Cumaná para que delatara a los patriotas de la región, pero sólo lograron que a cada latigazo exclamara: ¡Viva la Patria, mueran los tiranos!, muriendo más tarde por negarse a recibir todo tipo de alimento y asistencia.


María del Carmen Ramírez
María del Carmen Ramírez, nacida en San Cristóbal, Estado Táchira. Poseedora de valiosas propiedades, todos sus bienes y servicios personales estuvieron a favor de la causa de la Independencia.
Entre sus propiedades contábase un hato de ganado en la región de San Camilo, una elegante y cómoda casa en San Cristóbal, y entre varias casas de su propiedad en el Rosario de Cúcuta (Colombia) se incluía una de dos plantas amplísima y lujosa que fue sede del Congreso del Rosario, celebrado en 1821, y también sirvió como mansión de residencia del Poder Ejecutivo y fue llamada Palacio del Congreso y Palacio de Gobierno de la Gran Colombia.
Su adhesión a la ideas de emancipación la hicieron blanco de la saña de los realistas, incluyendo a sus familiares y propiedades. Durante los últimos meses de 1819 fue capturada en San Cristóbal y fue conducida, junto a otras señoras patriotas, en humillante calvario, hasta el pueblo de Bailadores, donde fue rescatada por un piquete de caballería enviado por Bolívar desde Pamplona, al mando del Coronel Leonardo Infante.
Convenció a su hijo de 15 años, Pedro Briceño Ramírez, para que se alistara en el Ejército Patriota, este fue tomado prisionero y condenado a muerte. Él y sus compañeros se salvaron de ser ejecutados por la intervención de una dama criolla, favorita del jefe realista Antonio Tíscar. Este contratiempo no arredró al joven, quien apoyado por su madre empuñó nuevamente las armas en las filas patriotas, peleó en varios combates y alcanzó el grado de Capitán, falleció en una sangrienta batalla.
María del Carmen Ramírez gozó de merecida fama entre los adalides de la Independencia. Murió en San Cristóbal el 7 de febrero de 1857.

domingo, 20 de enero de 2013


52 años del asesinato de Patricio Lumumba

El pasado 17 se  cumplieron 52 años del brutal asesinato de Patricio Lumumba, jefe del gobierno de la República del Congo, quien fue asesinado el 17 de enero de 1961 por una conspiración organizada por el gobierno de Bélgica, con la complicidad de los Estados Unidos, de Gran Bretaña y de las Naciones Unidas. Su cadáver condenó al Congo a la rapaz dictadura de Mobutu y una sucesión de sangrientas guerras civiles. Durante más de cuarenta años se ha mantenido el silencio sobre este crimen, en donde se rumora que su cadáver y el de otros colaboradores, fueron disueltos en ácido sulfúrico para no dejar rastros.
Patricio Lumunba fue un gran líder africano. Primer jefe de gobierno de la República Democrática del Congo. Figura destacada en la lucha de liberación de los pueblos africanos, propugnó que los gobiernos independientes del continente, prestasen ayuda y apoyo a los países que no habían alcanzado su libertad. Buscó la descolonización del Congo y destruir totalmente el poder colonialista europeo presente en África, erradicar el ultraje y el expolio que durante siglos había sufrido el continente.
El pensamiento de Lumumba, constituyó un peligro para las potencias occidentales explotadoras de los pueblos africanos, fue Ministro, líder, enemigo del colonialismo y pionero por la unidad de los pueblos africanos y por su liberación. Buscaba la descolonización del Congo y destruir totalmente el poder colonialista europeo presente en África, erradicar el ultraje y el expolio que durante siglos había sufrido el continente, una persona así para los colonizadores, no merecía continuar viviendo y por eso, se fraguó su asesinado a pocos meses de haber asumido el poder en la República del Congo.
A 51 años del asesinato del líder africano Patricio Lumumba, en su patria, la República Democrática del Congo, la guerra es un genocidio oculto que ha producido más de 5 millones de muertos en los últimos años; este genocidio puede ser detenido, pero la comunidad internacional, las democracias del Norte, no quieren detenerlo, convirtiendo al Congo en un pueblo activamente crucificado.
La ironía: poseer grandes riquezas naturales como las que tiene la República Democrática del Congo, se ha convertido en una tragedia.
En las montañas orientales del Congo hay valiosos minerales como el coltán y niobio, además de oro, diamantes, cobre y estaño. El coltán, abreviatura de colombio-tantalio, está en suelos de una antigüedad de tres mil millones de años. Se usa con el niobio para fabricar los condensadores para manejar el flujo eléctrico de los teléfonos celulares. Cobalto y uranio son elementos esenciales para las industrias nuclear, química, aeroespacial y de armas de guerra. Alrededor del 80% de las reservas mundiales de coltán están en el Congo.
Por el control de estos minerales escasos hay una guerra tremenda. Los poderes multinacionales quieren controlar la minería de la región. Conclusión: “el motivo del genocidio son estos minerales que buscan las corporaciones” y además están destruyendo la segunda área verde del planeta después del también amenazado Amazona.
En una carta escrita a su esposa e hijos pocos días antes de su muerte, Patricio Lumumba expresaba: “Ninguna brutalidad maltrato o tortura me ha doblegado porque prefiero morir con la cabeza en alto, con la fe inquebrantable y una profunda confianza en el futuro de mi país, a vivir sometido y pisoteando principios sagrados. Un día la historia nos juzgará, pero no será la historia según Bruselas, París, Washington o la ONU, sino la de los países emancipados del colonialismo y sus títeres”.
Cada enero, aunque el poder mediático mundial hace lo posible por borrar de la memoria histórica la existencia del genocidio en el continente africano, provocado por las potencias occidentales en su afán de hacerse por las grandes riquezas de su pueblos, los revolucionarios del mundo debemos recordar a este gran líder, símbolo de las luchas emancipadoras del pueblo africano, víctima como su pueblo de la crueldad y la arrogancia de quienes hoy se creen los amos del mundo.

jueves, 17 de enero de 2013


Pedro Gual
PEDRO GUAL
Figura prominente de la Venezuela del siglo XIX, Primer Canciller de la Gran Colombia, se encargó de la Presidencia de la República en tres oportunidades. Nació en Caracas el 17 de enero de 1783, realizó sus estudios superiores en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, donde obtuvo los grados de Licenciado en 1806 y Doctor en Teología en 1807. Culminó la carrera de Derecho Civil en 1808, a la edad de 24 años.
La vida de este Prócer Civil transcurre en una etapa fundamental del proceso independentista de Venezuela, entre diciembre de1810 y julio de 1811, Pedro Gual se desempeña como secretario privado del General Francisco de Miranda. Fue elegido vocal y Sindico Procurador del Gobierno Municipal del Distrito Federal, en abril de 1811. Presidió en tres ocasiones (junio-julio 1811) la Sociedad Patriótica de Venezuela, creada en 1810 por la Junta Suprema.
En marzo de 1812 representa, conjuntamente con Miguel José Sanz y Miguel Peña, los tres distritos caraqueños en la primera Legislatura de la Provincia de Caracas. Y, a raíz de la caída de la Primera República, el 30 de julio de 1812, escapa del país, refugiándose en un barco americano que lo conduce a Nueva York.
El año siguiente, en mayo de 1813, se traslada a Cartagena, donde tres meses después de su llegada publica el periódico "El Observador Colombiano", medio que incorpora a la campaña por la unidad de acción entre Venezuela y Nueva Granada. En diciembre de ese mismo año es elegido para ocupar un puesto en la Legislatura Provincial de Cartagena y es designado Presidente de una de sus secciónales.
En febrero de 1814 firma el Decreto en el que se declara a Simón Bolívar "Hijo Benemérito de Cartagena" cuyo pergamino entrega personalmente a Bolívar en Caracas, en su condición de comisionado de la legislatura de Cartagena. Posteriormente, en diciembre, es elegido Diputado al Congreso Central de Bogotá, al cual no concurre.
Del 7 al 27 de enero de 1815 asume el cargo de Gobernador de Cartagena, y el 22 de mayo es designado Agente Diplomático en los Estados Unidos, cargo que desempeña durante cinco años.
Entre los meses de junio de 1820 y febrero de1821 permaneció al frente de la Gobernación Civil de la Provincia de Cartagena, cargo que deja el 8 de marzo de 1821 para asumir trascendentales responsabilidades como Ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores de la Gran Colombia. Participa en el Congreso de Cúcuta durante los meses de mayo y octubre de 1821.
Simón Bolívar, en su condición de Presidente de la Gran Colombia, lo nombra el 7 de octubre de 1821 Ministro de Relaciones Exteriores, contaba entonces, Pedro Gual, 38 años de edad. Como Canciller le correspondió suscribir los Tratados de Amistad y Navegación y Comercio concluidos con los Estados Unidos en 1826 e Inglaterra el 1825. En agosto de 1825 se separa de este cargo ministerial.
Como representante de la Gran Colombia ejerció un papel importante entre los principales organizadores del Congreso Anfitriónico de Panamá, años 1826 y 1829. Se residencia en México por espacio de tres años y se fija entre sus prioridades lograr la ratificación de los acuerdos del Congreso de Panamá. Luego, en marzo de 1829 se traslada a Guayaquil atendiendo a un llamado de Simón Bolívar para que se incorpore al Consejo de Estado.
Durante los siete años siguientes, Pedro Gual, como consecuencia de la disolución de Gran Colombia, realiza un receso en su vida pública, y se dedica en Bogotá al ejercicio de su profesión de abogado. Pero atendiendo a una solicitud de Ecuador acepta representar a este país en misiones diplomáticas en Europa, actividad que cumple durante los años 1837 y 1842. Este año viaja de nuevo a Bogotá y retorna a Venezuela a fines del año 1847. Se residencia en Caracas retirado de la actividad política.
En plena Guerra Federal, en las elecciones generales de 1860, resultó electo Vicepresidente de la República.
Gual, se encargó de la Presidencia de la República en tres oportunidades: La primera entre el 15 y el 18 de marzo de 1858, cuando el Congreso de la República lo designa para encabezar el Gobierno Provisorio. Luego, la segunda, del 2 de agosto al 29 de septiembre el año 1859, a raíz del derrocamiento del presidente Julián Castro. Y, la tercera, del 20 de mayo al 29 de agosto de 1861, por renuncia del presidente Manuel Felipe Tovar, el 20 de mayo de 1861. Derrocado el 29 de agosto de 1861, por el Coronel Echeverría, es arrestado y desterrado a las Antillas. En esta oportunidad, al ser arrestado Gual le dice a Echeverría: «¡Tan joven y ya traidor! ¡Con hijos y tener que legarles un crimen! ¡Lástima me da usted, señor!»
"Era su entendimiento el de un pensador que ve de lejos, y previó la catástrofe. Al propio tiempo, era su carácter como el roble; resistió la tempestad hasta que lo arrancara de cuajo. No pudiera decirse que cayó del poder desengañado: espíritus como el suyo saben leer en el porvenir. Cayó con la seguridad de haber cumplido su deber, con la conciencia de toda una vida noble y venerada".
El 6 de mayo de 1862 fallece en Guayaquil. Había rendido su vida días antes en el Ecuador, rodeado de la mayor miseria, desterrado por su propia voluntad. Recibió "el mayor homenaje que jamás haya rendido el Ecuador a ningún hombre público", según dijeron en aquélla ocasión las crónicas de la época.
Pedro Gual fue un hombre severo y adusto, su voluntad se mantuvo fiel siempre a los dictados de su conciencia. Inflexible, jamás transigió con la fuerza y la arbitrariedad. Generoso, dividió sus esfuerzos y prestó sus servicios por igual a Venezuela, Colombia y Ecuador.