En Puerto La Cruz , 29 de junio de 2005
Petrocaribe: Nuevo puente hacia la integración Caribe-Sudamericana
27/06/2005
27/06/2005
En Puerto La Cruz, los pueblos del Caribe, espacio conformado por un rosario de islas y parte de tierra firme americana, se inicia este martes el recorrido de un «puente», proyecto energético integrador que conducirá a la definitiva liberación de millones de seres, habitantes de una región que durante varios siglos fueron invadidos, esclavizados y ocupados por imperios que los sumieron en la pobreza explotando sus riquezas y sumiendo hasta nuestros días a la mayoría de ellos, en un abismo de pobreza, hambre, ignorancia y enfermedades.
A esa ciudad de la costa oriental venezolana, asisten por iniciativa e invitación del Presidente Hugo Chávez Frías, los mandatarios, cancilleres y ministros de Energía de una docena de naciones hermanas convocados por el Jefe del Estado, para levantar las bases de Petrocaribe, otro de los ambiciosos planes de su proyecto global, orientado a unir en un solo bloque geopolítico al sub-continente a través del Alba, la Alternativa Bolivariana para las Américas, contrapuesto al anexionista Alca, el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas, promovido por los Estados Unidos.
Se trata de un esfuerzo mancomunado, ideado por el líder del proceso revolucionario que adelanta en su país, sustentado en el espíritu de solidaridad hacia los pobres y oprimidos, como lo han sido esos pueblos, sojuzgados a lo largo de los últimos cinco siglos, por imperios como España, Francia, Inglaterra, Holanda y mas recientemente los Estados Unidos, que a través de las transnacionales del petróleo e inescrupulosos intermediarios, los asfixian económicamente, vendiéndoles a precios prohibitivos, el energético y sus derivados que requieren para el desarrollo y mejoramiento de su calidad de vida.
En el «Encuentro Energético de Jefes de Estado y/o de Gobierno del Caribe, sobre Petrocaribe», participan los representantes de Belice, Antigua y Barbados, Bahamas, Dominica, Jamaica, Trinidad y Tobago, St. Vincent y las Granadinas, St. Kitts y Nevis, Surinam, Granada, Cuba y Venezuela, con miras a hacer realidad el proyecto cuya gestación, tuvo lugar luego de prolongadas conversaciones, en agosto del año pasado en Kingston, Jamaica, donde sus representantes acordaron la conformación de la que está llamada a convertirse en la Comunidad Energética Caribeña.
Planificado en cierta forma como una unidad estratégica similar a Petrosur, otro proyecto ideado por Chávez y puesto ya en marcha en su fase inicial entre Venezuela y Argentina, Petrocaribe, junto con Petrosur, están llamados a conformar la integración energética de América del Sur y el Caribe, clave para el desarrollo económico de una región que durante años ha vivido sujeta a los caprichos y vaivenes de los precios y suministro de combustibles fósiles, que pese a abundar en algunas de las naciones que la conforman, son impuestos de manera obscena por las transnacionales de la energía y sus intermediarios.
Es precisamente el costo cada día mayor del petróleo en el mundo, que en los últimos días ha superado récord histórico al llegar a los 60 dólares por barril, lo que habría motivado al Presidente Chávez a acelerar la celebración de la Cumbre de Petrocaribe, ante las graves consecuencias que para los presupuestos de las naciones hermanas caribeñas supone el pago de una factura tan alta por el energético y sus derivados, que les impide utilizar el dinero correspondiente a ese aumento, en áreas de inversión social como educación, salud y alimentación.
Para lograr la reducción del precio que deberán cancelar las naciones del Caribe por la factura petrolera, objetivo que una vez alcanzado les permitirá disponer de mayores recursos para su desarrollo integral, los gobernantes y sus asesores reunidos en Puerto La Cruz, estudiarán la eventual ejecución de acciones concretas, como la suscrición de acuerdos en las áreas de exploración, producción, refinación, transporte, almacenamiento, comercio, suministro y cooperación tecnológica.
Todos y cada uno de esos puntos de la agenda, son clave para la conquista del objetivo integrador que se han propuesto los integrantes de la futura Petrocaribe, ya que una vez convertidos en dueños de los instrumentos y vehículos de los diferentes procesos de la industria, sus estrategias y mecanismos de marketing, transporte y comercialización, podrán erradicar los groseros monopolios que sobre los mismos ejercen hasta ahora, las transnacionales petroleras y los intermediarios que operan en el multimillonario mercado energético.
Un ejemplo de las perversas condiciones que imponen las multinacionales extranjeras y que es válido para casi toda la región, lo ofreció recientemente el Presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, quien al aplaudir la solidaria iniciativa de su homólogo venezolano, Hugo Chávez Frías, reveló que su país se ve obligado a cancelar una alta factura por los 150 mil barriles diarios de petróleo que consume, porque la mayoría del combustible lo adquiere ya procesado ante la limitada capacidad de sus refinerías.
Dicha aseveración la respaldó el presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo, Arístides Fernández, al revelar que el margen de refinación lo ganan empresas extranjeras, porque la refinería dominicana tiene hoy la misma capacidad que tenía en 1973, agregando que «si consumimos 150 mil o 160 mil al día, hay alrededor de 120 mil que estamos comprando como productos terminados y el margen de refinación se queda en otro país». La responsabilidad de esa situación la atribuyó «a gobiernos anteriores y a la compañía de combustibles Shell, que posee el 50% de las acciones de la Refinería Dominicana de Petróleo y no ha ampliado la capacidad de la misma» en tres décadas.
Interpretando el sentir de esos pueblos y sus gobernantes frente a la situación de vulnerabilidad que confrontan y su voluntad para superarlas pese los escasos recursos económicos de que disponen, es que el líder del gobierno revolucionario bolivariano decidió convocar cuanto antes ese encuentro, que de acuerdo con un borrador de documento emanado de los despachos de Relaciones Exteriores y de Energía y Petróleo, señala entre otros aspectos que:
«Petrocaribe surge como una iniciativa político-comercial fundamentada en la conservación de los recursos no renovables y agotables, la solidaridad compartida y corresponsabilidad social entre los pueblos, tendente a asegurar el acceso a la energía, a un precio justo y razonable en el marco de la integración energética regional, con una visión amplia que abarque no sólo lo energético, si no también lo social, lo tecnológico y lo cultural».
«Petrocaribe, basado en lo anterior, -agrega el escrito- debe convertirse en un factor político catalizador, que ayude en la consecución de los esfuerzos integradores de la región y al mejor aprovechamiento soberano de los recursos energéticos para disminuir las terribles asimetrías, tales como: pobreza, ingresos, infraestructura, volumen de comercio, acceso transparente de la información, educación, que impiden a vastos sectores de nuestros países, el acceso a condiciones esenciales y dignas de vida».
Porque las metas de Petrocaribe son las mismas que procura Chávez Frías con el resto de sus proyectos sociales, resumidas en la solidaria y humanista misión de lograr una mejor calidad de vida para el pueblo caribeño y sudamericano, a fin de rescatarlo del abismo al que lo arrojaron potencias coloniales europeas que los hicieron víctimas durante cerca de medio milenio, de sus ambiciones de poder y de conquista, como hoy pretende continuar haciéndolo los Estados Unidos, el más poderoso imperio que haya surgido en el planeta.
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