El 7 de Noviembre de 1924 muere encarcelado el
legendario Pedro Pérez Delgado, mejor conocido como Maisanta, soldado
revolucionario reconocido por alzarse contra Juan Vicente Gómez y
defender el proceso que llevó adelante Cipriano Castro.
Inicialmente fue oficial del gobierno de Juan Vicente Gómez pero desertó e inició sus actividades guerrilleras en contra de la dictadura Gomecista en 1914. Participó en el sitio y la Batalla de Guasdualito en 1921 y en la sofocación del alzamiento de Arévalo Cedeño.
“Maisanta” fue un gran guerrero que combatió contra las tiranías que pretendían subyugar a la naciente República de Venezuela, siendo una de sus luchas más aguerridas y heroicas la protagonizada contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, en la que con la tradicional caballería y lanzas se enfrentó a este gobierno títere de las grandes potencias extrajeras, que contaba con un ejército equipado con vehículos, armamento y moderno material de guerra.
Maisanta representa el descontento existente en aquella Venezuela subyugada por la bota de Gómez. Siempre rebelde y siempre apático a ser mandada por aquellos caudillos que pelearon en contra del gobierno, para ser ellos un grupo más de explotadores como existieron en nuestro país desde la época de La Independencia.
Pedro Pérez Delgado es ese pueblo de hombres y mujeres que son como las aguas, los rayos de sol, los vientos de rebeldía, de libertad que hoy todavía siguen levantando multitudes, creando conciencia y afianzando los principios de ética, moral y combate para enfrentar a la burguesía, enfrentar al imperialismo y al latifundio para la destrucción de la vieja sociedad corrompida y la construcción de una Patria nueva.
Pedro Pérez Delgado, hasta 1922 estuvo alzado, como dice la canción de Cristóbal Jiménez. Cayó preso y, cuando tenía apenas cincuenta años de edad, murió envenenado en el Castillo Libertador, en Puerto Cabello. Dicen los que estaban ahí que salió con un dolor. No aguantaba, se quitó el escapulario, lo lanzó a la pared y dijo: “Maisanta, pudo más Gómez”. Y cayó muerto.
Maisanta fue bisabuelo del COMANDANTE SUPREMO de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
Inicialmente fue oficial del gobierno de Juan Vicente Gómez pero desertó e inició sus actividades guerrilleras en contra de la dictadura Gomecista en 1914. Participó en el sitio y la Batalla de Guasdualito en 1921 y en la sofocación del alzamiento de Arévalo Cedeño.
“Maisanta” fue un gran guerrero que combatió contra las tiranías que pretendían subyugar a la naciente República de Venezuela, siendo una de sus luchas más aguerridas y heroicas la protagonizada contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, en la que con la tradicional caballería y lanzas se enfrentó a este gobierno títere de las grandes potencias extrajeras, que contaba con un ejército equipado con vehículos, armamento y moderno material de guerra.
Maisanta representa el descontento existente en aquella Venezuela subyugada por la bota de Gómez. Siempre rebelde y siempre apático a ser mandada por aquellos caudillos que pelearon en contra del gobierno, para ser ellos un grupo más de explotadores como existieron en nuestro país desde la época de La Independencia.
Pedro Pérez Delgado es ese pueblo de hombres y mujeres que son como las aguas, los rayos de sol, los vientos de rebeldía, de libertad que hoy todavía siguen levantando multitudes, creando conciencia y afianzando los principios de ética, moral y combate para enfrentar a la burguesía, enfrentar al imperialismo y al latifundio para la destrucción de la vieja sociedad corrompida y la construcción de una Patria nueva.
Pedro Pérez Delgado, hasta 1922 estuvo alzado, como dice la canción de Cristóbal Jiménez. Cayó preso y, cuando tenía apenas cincuenta años de edad, murió envenenado en el Castillo Libertador, en Puerto Cabello. Dicen los que estaban ahí que salió con un dolor. No aguantaba, se quitó el escapulario, lo lanzó a la pared y dijo: “Maisanta, pudo más Gómez”. Y cayó muerto.
Maisanta fue bisabuelo del COMANDANTE SUPREMO de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
Salió de la Chiricoa
con cuarenta de a caballo,
rumbiando hacia Menoreño,
rumbiando hacia Menoreño,
va Pedro Pérez Delgado.
En fila india, por la oscura sabana,
En fila india, por la oscura sabana,
meciendo el frío en chinchorros
[de canta,
va la guerrilla revolucionaria.
Con el cogollo, la manta;
cobija con pelo
e guama, cuarenta
[ y cinco y canana.
Nube de tabaco y nube,
relincho y susto de garza,
madrugadita de leche
bajo la noche ordeñada.
Llanero alzado, ronda de riesgo
[velante,
fila india, caballería lenta y larga,
tajo vivo y negro,
diámetro de dolor en la circunferencia
de la sabana.
Caballo pobre; el arnés de cabuya,
la montura, un cuero de res,
el estribo de soga
entre dos dedos del pie.
Llanero alzado: canto, silencio y can-
[to,
el guerrillero va adelante, cantando.
Rumbo de asombros, los cuarenta
[caballos;
cabalga al frente Pedro Pérez Delga-
[do.
Unos le dicen
“Mai Santa”
y otros El Americano
.
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