En 1810 cuando se inició la conformación de Junta de Gobierno, José María Arrubla se contó entre los primeros patriotas que, por el Partido Centralista, formó parte de la Junta de Gobierno de Cundinamarca, presidida por el también prócer Antonio Nariño. Dos años después, ante la amenaza realista, Arrubla se integró a una expedición militar que tenía como objetivo la región de Tunja. En 1813, a través de sus proclamas empezó a pregonar los ideales de la libertad en los distintos pueblos colombianos en los que llevó a cabo campañas militares.
En 1816 las tropas del español, Pablo Morillo, llegan al territorio del Virreinato de la Nueva Granada, la cual se hallaba dividida por una guerra civil que enfrentaba a los patriotas colombianos. Esta división fue aprovechada por las tropas de Morrillo, quienes fácilmente avanzaron hacia la capital virreinal de Santa Fe de Bogotá. El jurista y patriota José María Arrubla y Martínez cae en manos de los realistas, y las autoridades virreinales le abren un juicio que no sólo se limitó a confiscarle sus bienes, sino que además lo condenan a la pena de muerte. Aunque pudo escapar de la cárcel, se mantuvo fiel a sus ideales libertarios.
El prócer de la independencia de Colombia José María Arrubla y Martínez, fue ajusticiado por sus verdugos realistas el 10 de septiembre de 1816, en la antigua Plaza de San Francisco, Santa Fe de Bogotá.
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