El 5 de mayo de 1862 una página gloriosa de la historia nacional mexicana se escribió en Puebla, cuando los mexicanos derrotaron al ejército imperial francés. Con motivo de la fiesta nacional de este gran país, nos es grato recordar la voz disonante de Víctor Hugo, poeta, escritor, político, visionario, rebelde y hombre poco convencional, quien en aquellos momentos terribles se ubicó al lado del pueblo mexicano.
las fuerzas mexicanas, compuestas por 4200 soldados que estaban al mando del General Ignacio Zaragoza, derrotan a las fuerzas francesas dirigidas por el Conde de Lorencez. Esta batalla tuvo lugar en la ciudad de Puebla, y en ella se destacó el ataque y defensa del Fuerte Loreto y el Fuerte de Guadalupe.
Como se sabe, en 1821 México había alcanzado su independencia de España, sin embargo la nación azteca se encontraba envuelta en una serie de guerras civiles que la devastaron económica y políticamente, lo cual la hacía presa fácil para las ambiciones imperialistas de Estados Unidos y Francia. Parte de este contexto histórico que caracterizó al México del siglo XIX.
En este contexto político la economía mexicana se vio fuertemente arruinada y no pudo hacer frente a sus deudas. Por esta razón, el gobierno del presidente Benito Juárez -quien no poseía los recursos para hacer frente a sus compromisos internacionales- decidió suspender sus pagos. Ante esta situación los franceses se aprovecharon para controlar el territorio mexicano en un hecho conocido en la historiografía mexicana como la Segunda Intervención Francesa, en la que las tropas francesas (compuesta por hombres de nacionalidad belga, austriaca y francesa), ocuparon el territorio de México entre 1862 y 1867.
Durante la Segunda Intervención Francesa, acontece la Batalla de Puebla liderada por el General Ignacio Zaragoza. La estrategia del General Zaragoza funcionó, pues fortificó muy bien la ciudad logrando detener el avance del ejército invasor, el cual fue rechazado varias veces por el ejército mexicano. En esos intentos muchos franceses perdieron la vida, razón por la cual las tropas francesas tuvieron que retirarse y fueron perseguidas por la caballería mexicana. La pérdida de esta batalla por parte de los franceses tuvo una gran trascendencia en Europa, ya que fue vencido el ejército más reputado y experimentado de la época.
El asalto de Puebla fue un crimen más dentro del crimen cometido por Francia contra un pueblo libre. Sus habitantes se defendieron heroicamente. Durante el asedio, la ciudad consolidó su resistencia mediante la publicación de un periódico en francés y en español. Cada número se iniciaba con una página del famoso panfleto de Víctor Hugo: Napoleón el pequeño.
A través de Víctor Hugo, los sitiados explicaban al ejército del imperio quien era realmente su emperador. El periódico hizo un llamado a Víctor Hugo. Él contestó.
Hombres de Puebla
Tenéis razón en creerme con vosotros, Francia no os hace la guerra, es el imperio.
Ciertamente, estoy con vosotros, vosotros y yo combatimos contra el imperio, vosotros en vuestra Patria y yo en el destierro.
Luchad, combatid, sed terribles y si creéis que mi nombre os puede servir de algo, aprovechadle, apuntad a ese hombre a la cabeza, con el proyectil de la libertad […].
Valientes hombres de México resistid.