La Batalla de Stalingrado fue la Gran Guerra Patria que desarrolló el Ejército Rojo Soviético dirigido por el Gran Joseph Stalin donde se derrotó al principal cuerpo del ejército hitleriano que había invadido la Unión Soviética para intentar destruir al primer país socialista de la historia.
Este hito marca el punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial y marca el camino de la derrota absoluta de los nazi fascistas.
Soldados del 62° Ejército soviético (que fue martirizado en Stalingrado) descansan victoriosos sobre un carro T34/85, el 2 de mayo de 1945, tras la rendición incondicional de las tropas alemanas ante el Alto Mando Soviético.