LOS ASESINATOS EN LA IV REPÚBLICA ¡¡¡ PERDON NI OLVIDO !!!
Hace 47 años Alberto Lovera fue asesinado por la Digepol
Hoy jueves 18 de octubre se cumplen 47 años de la detención del profesor Alberto Lovera por parte de la Digepol, para luego ser asesinado por la policía política del gobierno puntofijista del adeco Raúl Leoni, hecho que junto al de Víctor Ramón Soto Rojas en 1964, inició en Venezuela la figura del desaparecido político.
El 18 de octubre de 1965 el profesor Alberto Lovera fue detenido por la Dirección General de Policía (Digepol), en la urbanización Las Acacias de Caracas. Días después, el 27 de octubre del mismo año, Lovera, quien en vida fuera luchador social y dirigente político del Partido Comunista de Venezuela, apareció muerto, flotando en el mar de Lecherías, estado Anzoátegui.
“Después de asesinarlo, la policía de la Digepol le amarró al cuello una cadena y un pico de albañilería y lo lanzó al mar para que se hundiera”, reseñó Raúl Zurita Daza en su libro Víctimas de la democracia representativa en Venezuela.
La lista de culpables, según Zurita, comienza con J.J. Patiño González, director de la Digepol para ese momento, quien dio la orden de asesinar a Lovera. “Aníbal González del PCV, el ‘loco Aníbal’, era el encargado de la movilización del profesor pero se unió al enemigo, pasó a ser agente de la Servicio de Información de las Fuerzas Armadas (SIFA) y entregó a Lovera al temible Carlos ‘capitán’ Vegas”, indicó Zurita en su texto.
Este caso se hizo público gracias al esfuerzo de María del Mar, esposa de Lovera, el resto de sus familiares y el libro de José Vicente Rangel titulado Expediente negro.
La desaparición y muerte de Lovera ocurrió en uno de los períodos más sangrientos de la “democracia representativa”, como fue el segundo gobierno presidencial de Acción Democrática.
Zurita Daza explica en su libro que Leoni aplicó a cabalidad el Plan de las Américas diseñado por Estados Unidos para torturar a quienes se opusieran a las políticas entreguistas.
Por hechos como estos se elaboró y aprobó en 2011 la Ley para Sancionar los Crímenes, Desapariciones, Torturas y Otras Violaciones de los Derechos Humanos por Razones Políticas en el Periodo 1958-1998, un instrumento que busca establecer los mecanismos para dar con la verdad de los hechos, la reparación y búsqueda de víctimas y victimarios.
El 18 de octubre de 1965 el profesor Alberto Lovera fue detenido por la Dirección General de Policía (Digepol), en la urbanización Las Acacias de Caracas. Días después, el 27 de octubre del mismo año, Lovera, quien en vida fuera luchador social y dirigente político del Partido Comunista de Venezuela, apareció muerto, flotando en el mar de Lecherías, estado Anzoátegui.
“Después de asesinarlo, la policía de la Digepol le amarró al cuello una cadena y un pico de albañilería y lo lanzó al mar para que se hundiera”, reseñó Raúl Zurita Daza en su libro Víctimas de la democracia representativa en Venezuela.
La lista de culpables, según Zurita, comienza con J.J. Patiño González, director de la Digepol para ese momento, quien dio la orden de asesinar a Lovera. “Aníbal González del PCV, el ‘loco Aníbal’, era el encargado de la movilización del profesor pero se unió al enemigo, pasó a ser agente de la Servicio de Información de las Fuerzas Armadas (SIFA) y entregó a Lovera al temible Carlos ‘capitán’ Vegas”, indicó Zurita en su texto.
Este caso se hizo público gracias al esfuerzo de María del Mar, esposa de Lovera, el resto de sus familiares y el libro de José Vicente Rangel titulado Expediente negro.
La desaparición y muerte de Lovera ocurrió en uno de los períodos más sangrientos de la “democracia representativa”, como fue el segundo gobierno presidencial de Acción Democrática.
Zurita Daza explica en su libro que Leoni aplicó a cabalidad el Plan de las Américas diseñado por Estados Unidos para torturar a quienes se opusieran a las políticas entreguistas.
Por hechos como estos se elaboró y aprobó en 2011 la Ley para Sancionar los Crímenes, Desapariciones, Torturas y Otras Violaciones de los Derechos Humanos por Razones Políticas en el Periodo 1958-1998, un instrumento que busca establecer los mecanismos para dar con la verdad de los hechos, la reparación y búsqueda de víctimas y victimarios.