En el 2002 en
Argentina, el Gobierno del Presidente Eduardo Duhalde suspende el pago
de una deuda de 805 millones de dólares comntraida con el Banco Mundial,
pagando sólo 79, 2 millones correspondientes a intereses de esa deuda
hasta alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI);
este hecho tuvo que ver con estancamiento que venía sufriendo la
economía argentina desde el año 1998, que derivó en el famoso corralito bancario .
"A los 17 años comencé a nacer, a ver la luz verdaderamente, yo venía de allá (de Barinas), era un veguero”, señaló Chávez/ Foto: Archivo
Yvke Mundial/ Sibci
Un día como hoy, pero hace 43 años, un humilde joven oriundo de Sabaneta de Barinas, con apenas 17 años, se convirtió en el cadete Hugo Chávez Frías
“Tribilin”, como era llamado por sus amigos, había ingresado a la Academia Militar el 8 de agosto de 1971, con un guante de béisbol bajo el brazo y con el sueño de seguir los pasos del beisbolista Néstor Isaías, mejor conocido como “El Látigo Chávez”. Pero quiso la historia que la escuela militar, el ideal de Bolívar y Zamora, las enseñanzas de Jacinto Pérez Arcay y la miseria en la que vivía el pueblo venezolano, fueran formando al cadete Chávez para convertirlo, en el futuro, en el líder de la Revolución Bolivariana.
El 5 de noviembre del 2011, un día antes de que se cumplieran 40 años de su investidura de cadete, Chávez recordó, en una rueda de prensa que ofreció en Fuerte Tiuna, el acto que lo convertía en cadete de la República.
“Un día como mañana a nosotros nos invistieron”, señaló en aquel entonces. Es el día en que le entregan la daga al cadete, es el juramento con el arma. Después de tres meses duros; es un proceso muy exigente. Y cuando recibió la daga, solo en ese momento dijo el muchacho de Sabaneta: “la cosa como que va en serio, y me entró un frío por dentro. Soy un soldado”, rememoró el Comandante Eterno hace dos años.
En aquella oportunidad, desde la Colina del Gato de Fuerte Tiuna, terreno que mil veces subió y bajó a pie cuando era cadete, contó que cuando ingresó a la Academia Militar era “un muchacho simple. Deportista, buen deportista, quería superarme, andaba buscando camino. No había tenido militancia política. Lo mío era el béisbol”.
Narró aquel 2011, antes de pasar revista a la práctica del acto de investidura de cadetes de las escuelas militares del Ejército Bolivariano, Guardia Nacional Bolivariana, Aviación Bolivariana y Armada Nacional Bolivariana, que fue en la Academia Militar donde se hizo Bolivariano.
“Cuando yo llegué a la Academia ya esta colina se llamaba Gato. Legendaria colina, porque por aquí se hacían las marchas con el equipo, el fusil; el trote hacia la montaña. Y de ahí ves a Prados del Este, Cumbres de Curumo. Son como los dos rostros; uno comenzó a percibir los dos rostros de una misma realidad. La extrema riqueza y la riqueza por allá, y la pobreza y la extrema pobreza por el otro”, contó Chávez.
En aquella oportunidad también narró que en los salones, en los pasillos de la escuela fue “asaltado por Simón Bolívar” y ya no había marcha atrás. “Aquí uno se hizo bolivariano”, acotó.
Revolución que inició Bolívar
El 6 de noviembre del 2011, durante el acto de investidura de más de mil nuevos cadetes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), realizado en el patio de la Academia Militar, en Caracas,Chávez refirió que habían transcurrido “40 años exactos después de aquella noche en la que, aquí mismo en este patio, las promociones que ingresamos el 8 de agosto de 1971 fuimos investidos como cadetes. 40 años exactos han pasado, 40 años y aquí estamos, igual que entonces, llenos de sueños, llenos de esperanza y sobre todo cabalgando sobre el lomo de la Revolución que Simón Bolívar comenzó aquí hace casi 200 años”.
En aquel entonces, el Comandante Eterno llamó a la unidad de los militares y del pueblo para en-frentar lo que calificó como “el ataque, la cizaña de la burguesía”, y ratificó que la FANB es la garantía de paz en Venezuela,
Un soldado en defensa del pueblo
Chávez, quien siempre expresó su amor a la patria, a la Revolución Bolivariana, al pueblo y la FANB. El Comandante Eterno, quien durante los 14 años que estuvo al frente de la presidencia de la República impulsó la unión cívico-militar, en reiteradas oportunidades describió cómo debe ser el comportamiento de un soldado.
El 5 de julio del 2008, cuando celebró junto a los soldados y el pueblo los 197 años de la firma del Acta de la Independencia venezolana, en el Paseo Monumental Los Próceres, Chávez envió un mensaje a los soldados de América Latina y el Caribe: “No olviden que deben ponerse al lado del pueblo y nunca contra el pueblo”,
“Lo dijo Bolívar un día: «Maldito sea el soldado que vuelva las armas contra su pueblo». Los soldados debemos estar con nuestras armas al lado del pueblo siempre, contra el imperialismo, contra la oligarquía, defendiendo los intereses del pueblo”, agregó.
Chávez, quien siempre expresó su orgullo por ser soldado, lo reiteró el 5 de julio del 2012, cuando se conmemoraron los 200 años de la firma del Acta de la Independencia y se celebró una vez más el día de la FANB: “¡Qué pasión patria desbordada! ¡Qué bicentenario! ¡Qué pueblo! ¡Qué soldados! ¡Qué orgullo el de ser soldado del pueblo de Simón Bolívar!!”, escribió en su cuenta twitter @Chavezcandanga.
En diciembre del 2012, pocas horas antes de su partida a La Habana, Cuba, en donde se sometería a una nueva intervención quirúrgica por la reaparición de células malignas en la zona aquejada por un tumor, Chávez sostuvo una reunión con el alto mando militar; el Comandante Eterno expresó que viajaba confiado porque sabía que en el país está un pueblo, una FANB y un cuadro político revolucionario que defendería la a Patria.
“Confiado plenamente estoy en mis soldados, esos cientos de miles de soldados, oficiales, tropas del ejército, de la marina, de la aviación, de la guardia, de la milicia, que están dispersos y dispersas a lo largo del territorio”, manifestó.
El mandatario nacional llamó a la unidad interna de la FANB. “Sólo les pido, como siempre, una vez más, fortalecer la unidad, hacia adentro de cada componente. Trabajar unidos, siempre unidos. No ceder a la intriga”, señaló.