En 1850 el Congreso estadounidense admite como Estado de la Unión al territorio mexicano denominado hasta entonces Alta California.

En 1850 el Congreso estadounidense admite como Estado de la Unión al territorio mexicano denominado hasta entonces Alta California. Este territorio había sido arrebatado a México durante la guerra de 1847.

Como condición para la paz, la República Mexicana fue obligada a ceder ese territorio a los Estados Unidos en el Tratado de Guadalupe Hidalgo.

California se convirtió en el trigésimo primer estado de Estados Unidos. La capital se localizó en Sacramento, sustituyendo a Monterrey. Posteriormente el estado se benefició del impacto que provocó el descubrimiento de oro, lo que indujo una desordenada inmigración de unos cien mil estadounidenses procedentes de diversos lugares de ese país.