En 1714, El rey de España Felipe V aprobó, en
pleno siglo de oro español, la creación de la Real Academia de la Lengua
Castellana.
Desde muy pronto vio la Academia reconocida su autoridad en materia lingüística, sobreviviendo a los más difíciles
avatares históricos; ante todo, porque responde a una necesidad
permanente, como es la de regular una lengua de tan amplia extensión
como la española; también porque ha servido a esta necesidad al margen
de ideologías políticas; y, sin duda, porque ha ido adaptando su
funcionamiento a los tiempos que le ha tocado vivir aunque sin renunciar
nunca a lo valioso de la tradición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario