En
2001 la empresa de investigación genética estadounidense ACT anuncia la
clonación del primer embrión humano, en la búsqueda de nuevos
tratamientos médicos.
La clonación humana, escenario que la ciencia ficción ha recreado muchas veces en películas y libros, parece más cerca que nunca. Por primera vez, un grupo de investigadores logró clonar un embrión humano. Un hito científico que se obtiene tras varios intentos fallidos, falsos anuncios y 17 años después del primer mamífero clonado: la oveja Dolly.
El procedimiento realizado por expertos de la U. de Ciencia y Salud de Oregon, en Portland, usó la misma técnica de Dolly, pero con una serie de mejoras. El equipo liderado por Shoukhrat Mitalipov usó el núcleo (que contiene el ADN) de una célula de piel humana y lo implantó en el óvulo de una donante, al que previamente se le había extraído su núcleo.
Hasta ese momento, el único intento se había llevado a cabo en Inglaterra, con células madre procedentes de embriones, aunque en aquella ocasión no se pudo demostrar que las células resultantes fuesen idénticas a sus progenitoras.
El anuncio lo hizo el presidente de la empresa de investigación genética estadounidense ACT, que lo presentó como un experimento para su empleo en el tratamiento individualizado de enfermedades. El anuncio desató de inmediato la controversia en el ámbito de la moral, y de la religión.
La clonación humana, escenario que la ciencia ficción ha recreado muchas veces en películas y libros, parece más cerca que nunca. Por primera vez, un grupo de investigadores logró clonar un embrión humano. Un hito científico que se obtiene tras varios intentos fallidos, falsos anuncios y 17 años después del primer mamífero clonado: la oveja Dolly.
El procedimiento realizado por expertos de la U. de Ciencia y Salud de Oregon, en Portland, usó la misma técnica de Dolly, pero con una serie de mejoras. El equipo liderado por Shoukhrat Mitalipov usó el núcleo (que contiene el ADN) de una célula de piel humana y lo implantó en el óvulo de una donante, al que previamente se le había extraído su núcleo.
Hasta ese momento, el único intento se había llevado a cabo en Inglaterra, con células madre procedentes de embriones, aunque en aquella ocasión no se pudo demostrar que las células resultantes fuesen idénticas a sus progenitoras.
El anuncio lo hizo el presidente de la empresa de investigación genética estadounidense ACT, que lo presentó como un experimento para su empleo en el tratamiento individualizado de enfermedades. El anuncio desató de inmediato la controversia en el ámbito de la moral, y de la religión.
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