El 8 de octubre de 1967, en el combate de Quebrada del Yuro, tras ser
herido de bala en su pierna izquierda, inutilizado su fusil y sin
cargador en su pistola, es hecho prisionero el Comandante Ernesto Che
Guevara.
Más tarde, por orden de la CIA, es asesinado, al igual que
varios de sus compañeros de lucha.En los días siguientes, las agencias internacionales de prensa
comenzaron a difundir despachos relacionados con su muerte en Bolivia.
El 15 de octubre, Fidel en una comparecencia por la Televisión
Cubana confirmó la caída del Che en Bolivia y anunció que el 18 de ese
mes se efectuaría en la Plaza de la Revolución José Martí una velada
solemne.
Este día, ante una impresionante multitud silenciosa, sin previa
presentación, el Poeta Nacional Nicolás Guillén ocupó el podio situado
en la tribuna y su emocionante voz reflejó en versos el sentimiento de
todo un pueblo.
Che Comandante
No porque hayas caído
tu luz es menos alta.
Un caballo de fuego
sostiene tu escultura guerrillera
entre el viento y las nubes de la Sierra.
No por callado eres silencio.
Y no porque te quemen,
porque te disimulen bajo tierra,
porque te escondan
en cementerio, bosques, páramos,
van a impedir que te encontremos
Che Comandante,
amigo.
Con sus dientes de júbilo
Norteamérica ríe. Mas de pronto
revuélvese en su lecho
de dólares. Se le cuaja
la risa en una máscara,
y tu gran cuerpo de metal
sube, se disemina
en las guerrillas, como tábanos,
y tu ancho nombre herido por soldados
ilumina la noche americana
como una estrella súbita, caída
en medio de una orgía.
Tú lo sabías, Guevara,
pero no lo dijiste por modestia,
por no hablar de ti mismo.
Che Comandante,
amigo.
Estás en todas partes. En el indio
hecho de sueño y cobre. Y en el negro
revuelto en espumosa muchedumbre,
y en el ser petrolero y salitrero,
y en el terrible desamparo
de la banana, y en la gran pampa de las pieles,
y en el azúcar y en la sal y en los cafetos,
tú, móvil estatua de tu sangre como te derribaron,
vivo, como no te querían,
Che Comandante,
amigo.
Cuba te sabe de memoria. Rostro
de barbas que clarean. Y marfil
y aceituna en la piel de santo joven.
Firme la voz que ordena sin mandar,
que manda compañera, ordena amiga,
tierna y dura de jefe camarada.
Te vemos cada día ministro,
cada día soldado, cada día
gente llana y difícil
cada día.
Y puro como un niño
o como un hombre puro,
Che Comandante,
amigo.
Pasas en tu descolorido, roto, agujereado
traje de campaña.
El de la selva, como antes
fue el de la Sierra. Semidesnudo
el poderoso pecho de fusil y palabra,
de ardiente vendaval y lenta rosa.
No hay descanso.
¡Salud Guevara!
O mejor todavía desde el hondón americano:
Espéranos. Partiremos contigo. Queremos
morir para vivir como tú has muerto,
para vivir como tú vives,
Che Comandante,
Guerra Grande es el nombre que contemporáneos de los hechos e
historiadores posteriores han dado al conflicto que se produjo en el
área del Río de la Plata entre el 10 de marzo de 1839 y el 8 de octubre
de 1851.
Los beligerantes fueron los blancos del Uruguay, encabezados
por Manuel Oribe, aliados de los federales argentinos, liderados
entonces por Juan Manuel de Rosas, enfrentados a los colorados, aliados
de los unitarios argentinos.
El conflicto trascendió ampliamente la
colectividad propia de las repúblicas platenses y contó con la
intervención, diplomática y militar, del Imperio del Brasil, Francia y
Gran Bretaña, además de la participación de fuerzas extranjeras
(italianas de Giuseppe Garibaldi, españolas, francesas) algunas de los
cuales actuaron en condición de mercenarios. Se jugaron en ella
intereses e ideas diversas, lo que hace que la cabal comprensión del
hecho sea compleja.
Al finalizar la guerra, se firmó la paz el 8 de Octubre, en la cual se
acordaba que ningún partido había triunfado, y se estableció el lema “ni
vencidos, ni vencedores”.
En 1998, el escritor portugués José Saramago es galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
Saramago se convierte así en el primer autor en lengua portuguesa en
obtener este galardón. Antes de dedicarse de lleno a la literatura,
Saramago ejerció como cerrajero, mecánico, editor y periodista. Fue en
1947 cuando hizo realidad su mayor ilusión: ser escritor, publicó la
novela "Tierra de pecado".
Afiliado al Partido Comunista Portugués desde
1969, publicó varios poemarios, novelas y textos teatrales, en 1982 le llegó la popularidad internacional con 'Memorial
del convento', prestigio que consolidó con títulos como 'La balsa de
piedra' (1986), e 'Historia del Cerco de Lisboa' (1989).
Falleció el 18 de Junio de este año 2010 en la isla de Lanzarote.
En 1917 el político y revolucionario ucraniano León Trotsky, es
elegido Presidente del Soviet de Petrogrado, tras el triunfo del la
Revolución Bolchevique, que dio origen al primer Estado Obrero del
mundo.
Tuvo a su cargo la creación del Ejército Rojo, que sería el encargado
de consolidar los logros revolucionarios durante la Guerra Civil Rusa,
venciendo a catorce ejércitos extranjeros y a los Ejércitos Blancos
contrarrevolucionarios. Fue condecorado con la Orden de la Bandera Roja.
Posteriormente se enfrentó política e ideológicamente a José Stalin,
liderando la Oposición de Izquierda, lo que le causó el exilio y
posterior asesinato a manos de un sicario.
Trotski no cejó en su lucha revolucionaria, que canalizó desde el exilio escribiendo en defensa de sus ideas (obras como La revolución permanente, 1930; o la Historia de la Revolución Rusa, 1932)
El
patriotismo es la principal parte de la ideología mediante la cual la
burguesía envenena la conciencia de clase de los oprimidos y paraliza su
voluntad revolucionaria, porque patriotismo significa sujeción del
proletariado a la nación, tras la cual está la burguesía.
He
tenido ocasión de observar muchas veces cómo poderosas organizaciones
con una poderosa prensa se hicieron añicos bajo el impacto de los
acontecimientos, y cómo, por el contrario, pequeñas organizaciones con
una prensa técnicamente débil se transformaron en corto tiempo en
fuerzas históricas.
El partido comunista es el arma principal de
la acción revolucionaria del proletariado, es la organización de
combate de su vanguardia, que debe erigirse en guía de la clase obrera
en todos sus combates y, por tanto, también en el movimiento sindical.
No
hay más que una alternativa: ¡o la revolución rusa desencadena un
movimiento revolucionario en Europa, o las potencias aplastarán la
revolución rusa!
El socialismo significará un salto del reino de la necesidad al reino de la libertad.
Pero llega un momento en que se torna principal obstáculo para la victoria este hábito de considerar más poderoso al adversario
La
antropología, la biología, la fisiología, la psicología, han reunido
verdaderas montañas de materiales para erigir ante el hombre, en toda su
amplitud, las tareas de su propio perfeccionamiento corporal y
espiritual y de su desarrollo ulterior.
No es fácil. Las tareas
son tremendas, los enemigos muy numerosos. Queridos amigos, no somos un
partido como otros. Nuestra ambición es no solo tener más miembros, más
periódicos, más medios, mas diputados. Todo eso es necesario, pero sólo
como medios. Nuestro objetivo es la completa liberación material y
espiritual de los trabajadores y explotados a través de la revolución
socialista. Para un revolucionario entregarse enteramente al Partido
significa encontrarse a sí mismo. Nuestro partido nos toma a cada uno
como un todo. Pero en recompensa nos da a cada uno la máxima alegría y
satisfacción: la conciencia de que uno está participando en la
construcción de un futuro mejor, la conciencia de que uno lleva sobre
sus propios hombros una partícula del destino de la humanidad y la
certeza de que la propia vida no ha sido vivida en vano.
En 1895 nace en la Provincia de Buenos Aires, Juan Domingo Perón,
líder del movimiento que llevó su nombre y tres veces elegido presidente
de la República Argentina.
Su gobierno se caracterizó por adoptar una fuerte política
anti-Británica y anti-Estadounidense, predicando la llamada Tercera
Posición, entre el comunismo y el capitalismo. Aunque su gobierno no
realizó cambios estructurales, sí benefició a los trabajadores,
nacionalizó el sistema de ferrocarriles y ejecutó innumerables obras
públicas.
Fue clave en la historia política argentina durante casi todo el siglo
XX, por haber proyectado una sociedad inclusiva, igualitaria y
democrática, con una significativa ampliación de derechos hacia los
trabajadores. Sentó los pilares para la construcción de la soberanía
nacional edificada sobre la base de la independencia económica, con un
Estado presente en las áreas económica y social.
El 12 de junio la CGT convocó a un acto en la Plaza de Mayo para
respaldar al gobierno. Perón se dirigió por última vez a sus seguidores y
les dijo que cuiden las conquistas laborales porque se avecinaban
tiempos difíciles. Se despidió diciendo: “Yo llevo en mis oídos la más
maravillosa música que es para mi la palabra del pueblo argentino”.
El 1 de julio de 1974 se produjo su muerte y ese día se convirtió en un
duelo nacional: se iba un hombre que había transformado al país en toda
su extensión, en materia económica, social, política y cultural. Con
todo, su legado se encuentra siempre vigente en la historia argentina.
En 1804 Jean-Jacques Dessalines es coronado emperador de Haití con el título de Jacobo Primero.
Esclavo en la colonia francesa de Santo Domingo, adoptó el nombre de
su amo, de quien huyó en 1789. Tras ser proclamada la Independencia de
la República de Haití-la primera nación soberana de Latinoamérica,
Napoleón envió tropas para restablecer la esclavitud en la isla.
Dessalines, con la ayuda inglesa, logró expulsar a los franceses de la
isla, y hacerse proclamar gobernador general vitalicio.
La
crueldad de su régimen hizo surgir la enemistad entre sus propios
seguidores,lo que ocasionó que dos de ellos lo asesinaran en una
emboscada cerca de Puerto Príncipe, veintidós meses después de su
coronación.
A pesar de haber sido vilipendiado durante generaciones de haitianos por
sus formas autocráticas, para el principio del siglo 20, Dessalines
comenzó a ser reconsiderado como un icono del nacionalismo Haitiano. El
himno nacional de Haití, La Dessalinienne, está nombrado en su honor,
así como la Ciudad de Dessalines.
El 7 de
octubre de 2012 el 55,07% de los venezolanos inscritos en el sistema
electoral dijo sí a la continuación del proceso fundamentado en los
principios de la igualdad, equidad y justicia social liderado por el
comandante Hugo Chávez.
Aquel día, así como en las 17 contiendas que le precedieron y en las que
la Revolución se midió en sus diferentes niveles, logrando en 16 de
ellas victorias contundentes, el pueblo elector salió ese domingo con
civismo hacia las urnas. Dos propuestas, distintas por demás, estaban en
juego: la independencia por un lado y el sometimiento al imperio por
otro.
Ganó la primera de ellas. 8 millones 191 mil 132 de los votos sellaron
la victoria del líder socialista en claro respaldo al propósito de poner
en práctica cambios en el período 2013-2019, cimentados en el Plan de
la Patria, legado que dejó escrito el Comandante.
De perfecta calificó Hugo Chávez la victoria. La celebración de quienes
la hicieron posible se extendió en todo el país. En Caracas, una
multitud se apostó frentre al Balcón del Pueblo, en el Palacio de
Miraflores, desde donde el Presidente reelecto se dirigió a ella que con
amor y alegría ondeaba el tricolor venezolano.
Desde allí, acompañado de sus hijas, nietos e integrantes de su
Gabinete, agradecía el respaldo sólido y firme de los patriotas. “Lo más
grande que ha ocurrido hoy es que hemos logrado el primer gran Objetivo
Histórico del Plan de Gobierno de Chávez, para el 2013-2019, que no es
otro que el haber conservado el bien más preciado que hemos conquistado
después de 500 años de lucha: la independencia nacional”, manifestó con
fuerza.
Esa noche de esa victoria perfecta dijo: “Hemos (el socialismo) llegado
para vencer y para seguir venciendo, y no habrá fuerza imperial, por más
grande que sea, y hoy lo hemos demostrado, que pueda con el pueblo de
Simón Bolívar”.