El 7 de noviembre de 1917, el Congreso de los
Soviets (consejos) de toda Rusia declaró disuelto el Gobierno presidido
por Aleksandr Kérenski, proclamó la República Socialista Soviética y
designó a Vladimir Ilich Ulianov (Lenin), líder del partido bolchevique, presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo.
El gobierno de Alexandr Kérensky, sucesor del zarismo, no había
atendido las demandas del pueblo; por el contrario, persistió en
continuar la guerra al servicio de las potencias occidentales.
El 4 de noviembre de 1917, bajo la consigna “Paz, Pan y Libertad”,
miles de soldados, marineros y obreros exigieron la entrega del poder a
los soviets. Esa misma tarde, el Comité Militar Revolucionario aprobó el
plan de Lenin de una ofensiva combinada de las tres fuerzas
fundamentales de la insurrección: la Guardia Roja, los soldados de la
Guarnición de Petrogrado y los marinos de la flota del mar Báltico.
En un intento por sofocar la revolución, el gobierno de Kérenski ordenó
a las tropas contrarrevolucionarias ocupar la imprenta donde se
editaban los periódicos de los partidarios de Lenin, detener a los
miembros del Comité Militar Revolucionario y ocupar el palacio Smolny,
donde funcionaba el cuartel general de los bolcheviques.
El 5
de noviembre, el Comité Militar Revolucionario decidió defender a toda
costa las imprentas delPravda (Verdad) y el Soldat (Soldado) y proteger
el palacio Smolny.
Vladimir Lenin apremiaba a los bolcheviques
a pasar a la ofensiva contra Kérenski: “Es claro como la luz del día
que hoy todo lo que sea aplazar la insurrección significaría
verdaderamente la muerte. Poniendo en ello, con todas mis fuerzas,
quiero convencer a los camaradas de que hoy todo está pendiendo de un
hilo.
¡Es necesario, a todo trance, detener al Gobierno esta
tarde, esta noche! ¡No se puede esperar! ¡Nos exponemos a perderlo todo!
Es menester que la cosa se decida, a todo trance, esta tarde o esta
noche”, decía en carta al Comité Central del Partido Obrero Social
Demócrata de Rusia (POSDR).
No hay comentarios:
Publicar un comentario