En 1902, nace Wengrow  en Polonia, Ángel Rosenblat.
Residenciado en Venezuela desde 1946 y nacionalizado venezolano en 
1950, es reconocido como el iniciador de las investigaciones 
lingüísticas en nuestro país. En 1947 fundó la cátedra de Filología de 
la Facultad de Filosofía y Letras de la UCV. Algunas de sus obras más 
conocidas son: Buenas y malas palabras y Diccionario de venezolanismos.
En 1960 publica “Buenas y malas palabras”; luego, “La primera visión de 
América y otros estudios”, contentivo de dos ensayos que, aparte de ser 
amenos y nada dogmáticos, despejan un poco ese fantasma de la 
fragmentación lingüística de América. “Nuestra lengua en ambos mundos”.
Recoge dos ensayos sobre el castellano de España y el castellano de 
América, “Fetichismo de la letra” y “El futuro de nuestras lenguas”, que
 caracterizan el uso del español americano y la tiranía que ejerce a 
veces la palabra escrita sobre el lenguaje oral. “La educación en 
Venezuela”, publicado originalmente en 1964, es voz de alerta sobre la 
deficiencia de la educación, preocupación que había venido exponiendo 
Rosenblat desde mucho antes que Alexis Márquez Rodríguez en “Presente y 
futuro de la educación en Venezuela”. Sin haber nacido en esta tierra 
logró captar a través del lenguaje mucho de lo que algunos llaman 
esencia de la tierra más y mejor que tantos nativos empeñados en la 
novelería. 


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