El
 9 de diciembre de 1985 se dictó la sentencia condenando a Jorge Rafael 
Videla y Eduardo Massera a reclusión perpetua, a Roberto Viola a 17 años
 de prisión, a Armando Lambruschini a 8 años de prisión y a Orlando 
Ramón Agosti a 4 años de prisión.  Por las características que tuvo, la 
condena a las juntas militares realizada por un gobierno democrático 
constituye un hecho sin precedentes en el mundo, que contrastó 
fuertemente con las transiciones negociadas que tuvieron lugar en 
aquellos años en Uruguay, Chile, Brasil, España, Portugal y Sudáfrica. 
Por ejemplo en Chile, el dictador Augusto Pinochet fue consagrado como 
senador vitalicio, en cambio su par argentino, Jorge Videla, fue 
condenado a prisión perpetua.
En el juicio Strassera realizó de viva voz la acusación pública 
contra los dictadores, que constituye un documento histórico y una pieza
 fundamental en la defensa de los derechos humanos. Entre los pasajes 
mas conmovedores se cuenta el cierre: “Señores jueces: quiero renunciar 
expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta 
requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque 
pertenece ya a todo el Pueblo Argentino. Señores jueces: Nunca más.” Le 
siguió un cerrado aplauso.
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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