1911, nace el actor Mario Moreno Reyes, mejor conocido como "Cantinflas".
Nace el actor Mario Moreno Reyes, mejor conocido como "Cantinflas".
Su personaje Cantinflas, un hombre humilde salido de los barrios
pobres, se asoció con la identidad nacional de México y le permitió a
Moreno establecer una larga y exitosa carrera cinematográfica que
incluyó una participación en Hollywood. Como pionero del cine mexicano,
Mario Moreno contribuyó enormemente a su desarrollo y a convertir a
México en la capital latinoamericana del espectáculo.
Su amplia
filmografía se cuentan más de 30 películas en blanco y negro y cerca de
20 en colores. Casi todas las películas de Cantinflas fueron éxitos de
taquilla. Entre las más conocidas se encuentran: El gendarme desconocido, Abajo el telón, Si yo fuera diputado, Ahí está el detalle, Ni sangre ni arena, entre otras.
De
joven, realizaba una variedad de actos en carpas rodantes, y fue en
ellas donde recibió el apodo de Cantinflas; sin embargo, el origen del
nombre se pierde en la leyenda. Según un obituario, es un nombre sin
significado alguno, que fue inventado a fin de evitar que sus padres se
enteraran que trabajaba en el negocio del espectáculo, al que
consideraban una ocupación vergonzosa. Como
Charlie Chaplin, Cantinflas era un satírico social. Hacía el papel de
el peladito, un don nadie, con esperanzas de tener éxito. Con admiración
mutua, Cantiflas fue influenciado por las primeras películas de Chaplin
así como por su ideología. El Circo era una "sombra" del cine mudo de
Chaplin. El Circo y Si yo fuera diputado tenían muchas cosas en común
con la película de 1940, El Gran Dictador.
Entre
las cosas que lo hicieron querido por el público estaba el uso cómico
del lenguaje en sus películas; sus personajes (los cuales casi todos era
una variación del mismo personaje, pero en diferentes papeles y
situaciones) entablaban una conversación normal para después complicarla
al punto de que nadie entendía lo que estaba diciendo. El personaje de
Cantinflas era particularmente adepto para ofuscar la conversación
cuando le debía dinero a alguien, al cortejar señoritas o al tratar de
salir de problemas con las autoridades, arreglándoselas para humillarlas
sin que se dieran cuenta. A esta forma de hablar se le llamó
cantinfleada y se convirtió en español en una forma de decir ¡estás
cantinfleando! cada vez que a alguien le era difícil entender la
conversación.
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