En 1942, fallece en Caracas Francisco Pimentel conocido por el Pseudónimo de "Job Pim" y también por el de "El Jobo".
Junto a Leoncio Martínez y Aquiles Nazoa, representa uno de los momentos estelares de la poética y el humorismo del siglo XX en nuestro país. A los 24 años comienza su carrera periodística con una sección titulada Pitorreos, en El Nuevo Diario.
A partír de ahí, sus colaboraciones son requeridas por periódicos como El Heraldo y El Universal y las revistas El Cojo Ilustrado y Élite, el semanario Fantoches, junto a Leoncio Martínez (Leo) con quien había fundado una revista denominada Pitorreos, que poco después, se convirtió en diario y desde cuyas páginas Job Pim lanza sus dardos contra el régimen de Juan Vicente Gómez, lo que se tradujo en un largo peregrinaje de 9 años por las distintas cárceles del país.
A la muerte de Gómez, desempeña el cargo de cónsul en Valencia (España), hasta el comienzo de la Guerra Civil Española cuando, por órdenes de la Cancillería venezolana debe regresar al país. Terminada la contienda, vuelve a España, pero su estado de salud le obliga a regresar a Caracas, donde reanuda su actividad periodística hasta su muerte.
Fue hermano de la también escritora y trabajadora social Cecilia Pimentel Agostini, quien, a la muerte de su hermano, se encargó de recopilar toda su producción literaria bajo el título de Obras Completas.
Junto a Leoncio Martínez y Aquiles Nazoa, representa uno de los momentos estelares de la poética y el humorismo del siglo XX en nuestro país. A los 24 años comienza su carrera periodística con una sección titulada Pitorreos, en El Nuevo Diario.
A partír de ahí, sus colaboraciones son requeridas por periódicos como El Heraldo y El Universal y las revistas El Cojo Ilustrado y Élite, el semanario Fantoches, junto a Leoncio Martínez (Leo) con quien había fundado una revista denominada Pitorreos, que poco después, se convirtió en diario y desde cuyas páginas Job Pim lanza sus dardos contra el régimen de Juan Vicente Gómez, lo que se tradujo en un largo peregrinaje de 9 años por las distintas cárceles del país.
A la muerte de Gómez, desempeña el cargo de cónsul en Valencia (España), hasta el comienzo de la Guerra Civil Española cuando, por órdenes de la Cancillería venezolana debe regresar al país. Terminada la contienda, vuelve a España, pero su estado de salud le obliga a regresar a Caracas, donde reanuda su actividad periodística hasta su muerte.
Fue hermano de la también escritora y trabajadora social Cecilia Pimentel Agostini, quien, a la muerte de su hermano, se encargó de recopilar toda su producción literaria bajo el título de Obras Completas.
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