En 1942, en ocasión del primer aniversario de la revista humorística
"El Morrocoy Azul", se estrenaba, en la Plaza de Toros del Nuevo Circo
de Caracas, el disparate cómico "Venezuela Güele a Oro", escrito por el
poeta Andrés Eloy Blanco y su amigo Miguel Otero Silva, bajo los
seudónimos de 0,3 y Mickey, respectivamente.
Los hilarantes episodios, sus malentendidos y los chistes de doble sentido, hicieron de esta sátira un éxito de taquilla.
MORROCKFELLER.- ¡Haló!
PERIODISTA.- ¡Jaló!
(Salen)
Los hilarantes episodios, sus malentendidos y los chistes de doble sentido, hicieron de esta sátira un éxito de taquilla.
Reparto
SHERLOCK MARROW ----------------------------------- ANTONIO SAAVEDRA
MORROCOBRERO ---------------------------------------- RAFAEL GUINAND
MUJIQUITA -------------------------------------------------- CELESTINO RIERA
MORROCKFELLER --------------------------------------- ANTONIO ROVIRA
JOAN CRAWFORD ---------------------------------------- BERTA MONCAYO
MISS KAKATÚA -------------------------------------------- LUISA BONORIS
CHANG --------------------------------------------------------- ENRIQUE SALVADOR
ANÉSIMO ONATO ----------------------------------------- JORGE REYES
ICOTEA -------------------------------------------------------- MARÍA LUISA DONIS
Policías,
periodistas, senadores, muertos, alemán, italiano, japonés, español,
investigador, el juez Villegas, y como mil y un artistas más en el hit
de los disparates.
ESCENA I
(Decoración
de cortinajes negros. Al centro de la escena está sentado Chang. Chang
se levanta de la silla y avanza hacia el público. Luego se detiene,
vierte un poco de agua de la jarra del suelo, respira fuerte, se seca el
sudor y dice:)
CHANG.- Esto es La Guaira (Vuelve a su silla)
(Entra
por la izquierda Mujiquita, Sherlock Morrow, Morrocobrero, Icotea,
periodistas y curiosos. Entran por la derecha Mister Morrockfeller, Joan
Crawford y Miss Kakatúa. Se saludan en el centro).
MUJIQUITA.- ¡Jaló!
MORROCOBRERO.- (a Sherlock) Ya jaló Mujiquita
MORROCKFELLER.- (a Mujiquita) Who are you?
MUJIQUITA.- Jú is jú?
MORROCOBRERO.- (a Sherlock) Ya hay jú-jú.
POLICÍA.- (Entrando con libreta) ¿Nacionalidad?
(Morrockfeller le pincha la barriga con la mano)
POLICÍA.- Ni me diga. Venezolanos puritos. (Se va)
SHERLOCK .- (a Morrockfeller) Espik espanish?
MORROCKFELLER.- ¡Claro! Desde chiquito. Voy a presentarles a la señorita Joan Crawford y a Miss Kakatúa.
TODOS.- ¡Mucho gusto!
MUJIQUITA.- (dándole la mano a Joan) De Pagüita a Santa Bárbara me tiene completamente a sus órdenes.
JOAN.- ¿Doña Bárbara?
MUJIQUIITA.- Santa Bárbara.
MORROCOBRERO.- ¡Qué bárbaro! Y que en Santa Bárbara. Duerme en Morfeo y eso cuando le fían.
PERIODISTA.-
En representación del Rotary Club, de Hogar Americano, la Prensa
Asociada, el Partido Liberal, la Tigra del Calvario y el Congreso Latino
Americano de Periodistas, venimos a darles a ustedes la bienvenida.
Ustedes han manifestado el deseo de recorrer Caracas y a Venezuela para
llevar a la prensa extranjera las impresiones de nuestro país. Nosotros
estamos encargados de acompañarlos en este recorrido, a fin de que
puedan contemplar nuestras costumbres, nuestros miriñaques, nuestros
avances fulminantes y nuestras retiradas estratégicas. He dicho.
DELGADO CHALBAUD.- Los saludo en nombre y representación del Partido Laborista.
SHERLOCK.- Tú eres Delgado Chalbaud, no me lo niegues.
DELGADO CHALBAUD.- Sí soy. (A los Turistas) Al hablar en nombre de ese gran partido…
MISS KAKATÚA.- ¿Muy grande?
MORROCOBRERO.- (midiendo a Delgado con la mirada) Un metro sesenta con los zapatos puestos, señorita.
JOAN.- ¡Oh! ¿Y está muy lejos Caracas? ¿Qué distancia?
MORROCOBRERO.- Pues… yendo todos, litro y medio más o menos.
ICOTEA.- (a Miss Kakatúa) ¿Y usted también habla español?
MISS KAKATÚA.- (Orgullosa)
Correctamente, nativa. Yo tenía un profesor en New York que se llamaba
Míster Carevaca. Míster Carevaca me enseñó el español y todo lo que se
le puede enseñar a una mujer decente. Ya usted ve…
ICOTEA.-
¡Ipanola, musiúa! A gozá pá la cara en esta guarandinga. Pero no se
deje tumbá la empalizá por el primé cabeza e guásimo que le haga el
Sebastián.
MISS KAKATÚA.- ¿Pero qué dice esta mujer, Dios mío? (a Icotea) Hágame el favor, señora, ¿en qué idioma está hablando usted?
ICOTEA.- Guá, ¿en qué va sé? En la lengua de Cervantes y (enseñando a Sherlock) Saavedra. En Español.
MISS KAKATÚA.- (a Morrockfeller) (Desesperada) ¡Morrockfeller! ¡Morrockfeller! ¡Carevaca me ha robado! ¡Me enseñó el portugués! ¡Que me traigan a Carevaca pá comémelo!
MORROCKFELLER.- (Se pasea haciendo gestos con la cara, de localizar un olor) Caramba, ¡qué olor tan raro!
MORROCOBRERO.- (a Sherlock) ¡Nos fregamos! Ya nos descubrió.
SHERLOCK.- ¿A qué huele, míster?
MORROCKFELLER.- ¡Ah, ya sé! Huele a oro.
(Mujiquita contoneándose cambia el retroceso por el avance y se acerca a Joan)
JOAN.- ¿Huele a oro?
SHERLOCK.-
Mira, Mujiquita, estás más preguntón que el doctor López de Ceballos.
Con mujer y toro pá la cara. Raspa que se va el musiú. (Salen).
CHANG.- Esta es la Ceiba. Esta es la esquina de San Francisco.
(Entran los viajeros y sus acompañantes)
ESCENA II
(Chang pone en el centro un porrón con una mata)
MORROCOBRERO.- Bueno, ya están ustedes en Caracas. Esta es la Universidad. Ese es el Congreso.
JOAN.- (Señalando un tipo que duerme) ¿Y ese?
MORROCOBRERO.- Ese es un senador. Está trabajando.
JOAN.- Ah, yo quiero conocerlo.
MORROCOBRERO.- Bueno, está muy ocupado, se lo presentaré. (Se acerca al Senador y lo llama) ¡Doctor! (No despierta) ¡Doctor! (Más alto) ¡¡Doctor!! (Gritando) ¡¡¡Doctor!!! (Cada vez más y el hombre no despierta)
JOAN.- ¡Oh! ¡Está ocupadísimo!
MORROCOBRERO.- Ya verá cómo se desocupa. (Va al durmiente y le habla en voz baja) ¿Nos echamos un palito? (El durmiente da un salto)
DURMIENTE.- No estaría mal.
JOAN.- (a Sherlock) Dígame, ese señor Mujiquita que anda con nosotros, ¿quién es?
SHERLOCK.- Oh, ese es un gran personaje, un intelectual. Viene siendo primo segundo de Bolívar.
JOAN.- Eso no interesa.
SHERLOCK.-
Pero es que se trata del Presidente del Gran Congreso de Periodistas
Interamericanos, Gerente de la Casa Madre y Superintendente del Bacicín
Padre. Actualmente es Cónsul General de Sumatra.
MORROCOBRERO.- La sutra.
SHERLOCK.- Gran Cruz de Palo Grande, Gran Chapa de Morrocoy Azul.
JOAN.- Eso no me interesa.
SHERLOCK.- También es pariente de Héctor Briceño.
JOAN.- Ah, ¿es pariente de Héctor? Entonces, this is a package.
SHERLOCK.- ¿Cómo dice?
JOAN.- Que es un paquete. (Se separa de Sherlock y se acerca a Morrocobrero) Dígame, ese señor Mujiquita, ¿quién es?
MORROCOBRERO.- Ese es hijo natural de Rómulo Gallegos y Libertad Lamarque.
JOAN.- Se le ve.
MORROCOBRERO.- ¿Lamarque de fabrique?
JOAN.- Pero bien, ¿qué clase de persona es?
MORROCOBRERO.- Mire, señorita, ese es un bembe e perro.
JOAN.- ¿Cómo?
MORROCOBRERO.- Ese le toma la leche a un huérfano, le rompe el tetero en el coco y se limpia la ropa con la camisita.
JOAN.- No entiendo bien.
MORROCOBRERO.- Bueno, para que comprenda, ese es un abeja.
JOAN.- ¿Una abeja?
MORROCOBRERO.- Sí… Come miel.
JOAN.- Ah, ya comprendo. Pero el señor Morrow dice que es un hombre muy importante.
MORROCOBRERO.- Es que el señor Morrow está sometido a la misma dieta.
SHERLOCK.- (a Morrockfeller) ¿A qué le huele?
MORROCKFELLER.- Caramba…
MORROCOBRERO.- ¿Qué pasa?
MORROCKFELLER.- Este olorcito…
MORROCOBRERO.- Eso es nada. Deje que lleguemos al Guaire.
MORROCKFELLER.- ¡Oro! ¡Huele a oro!
SHERLOCK.- Pero, dígame una cosa: ¿a qué huele el oro?
MORROCKFELLER.- A plata. Usted cambia una morocota y el olor no cambia.
SHERLOCK.- Pero, ¿es un olor que se huele y no se huele?
MORROCKFELLER.- Precisamente.
SHERLOCK.- ¿Cómo de un oro que se entrega y no se entrega?
MORROCKFELLER.- Más o menos.
SHERLOCK.-
Entonces, está muy claro. Ese es el Banco Venezolano de Crédito. Y
adentro está el señor Pérez Dupuy. El Banco Central le dice al señor
Pérez Dupuy: ¡Venga el oro! Y el señor Pérez Dupuy contesta: Huélalo.
Pero no lo entrega.
MORROCKFELLER.- ¿Oro en barras?
SHERLOCK.- A veces embarra. Pero de un millón para arriba, él mismo limpia lo que embarra. Y no queda sino el olorcito.
MUJIQUITA.-
Bueno, ahora voy a tener el honor de introducirles algunas personas
importantes de esta capital. El señor Lucas Manzano (un catire) periodista; el señor Eleazar Sanares, torero (un negrito). El Dr. García Álvarez (un largo). El pintor Egea (un chiquitín).
(Atraviesa la escena un tipo corriendo y vuelve a atravesarla en la misma forma).
MISS KAKATÚA.- ¿Y ese tan simpático, quién es?
MUJIQUITA.- ¿No comprende que estamos en la esquina de San Francisco? Ese es un corredor.
MISS KAKATÚA.- ¿Un corredor de caballos?
MUJIQUITA.- No, señora, un corredor de Bolsa.
MISS KAKATÚA.- Ya me había parecido. Yo quiero conocerlo.
MUJIQUITA.- (Asomándose a bastidores, grita) ¡Ah, Monengue! (Entra Monengue corriendo) La señora quiere que le corras algo.
MONENGUE.-
Para usted tengo, un brillante de corrida. Lo llaman el brillante de
Bórox. Por diez mil bolívares y el cincuenta por ciento de lo que
produzca la corrida, es suyo. Ahora, si quiere algo más modesto…
MISS KAKATÚA.- ¡Ah, Monengue huele a oro!
MONENGUE.- ¿Quiere algo de oro, nada más? Tengo algunas cosas de oro del Callao.
MISS KAKATÚA.- ¡Oh, el Callao es histórico!
MONENGUE.-
¿El Callao histórico? Se agotó, señora, pero yo le puedo conseguir un
ejemplar con el autor. Bueno, pues, si quiere una prendecita, aquí tiene
el anillo de compromiso, de María Pachini. Costó mil bolívares de
contado. Se lo doy por doscientos, al brinco. ¡Un jamón, señora!
MISS KAKATÚA.- ¡Y por qué tan caro, si es de oro nada más?
MONENGUE.- ¡Ah, señora, pero es que es oro machihembrado, y eso no se consigue así no más!
MISS KAKATÚA.- ¡Pero qué simpático es Monengue! ¿Y quién es el mejor corredor?
MONENGUE.- El corre más es el Venao Estéves. Pero el que llega primero es el coronel Murillo.
MORROCKFELLER.- Señor Monengue, usted que sabe tanto de eso, ¿puede decirme de dónde viene el olor a oro?
MONENGUE.-
¿Quién sabe? Donde están poniendo las casas muy caras es por el
Silencio. Por allí se siente un olorcito, pero no le garantizo que sea
oro legítimo; a lo mejor es enchapado.
MORROCOBRERO.- Puede ser un enchapado de oro con pescao frito.
MORROCKFELLER.- Muchas gracias, señor Monengue. Al Silencio tenemos que ir, a ver qué pescamos.
MORROCOBRERO.- Con tal que no pesquemos tres cruces…
JOAN CRAWFORD.- (quien se había ido, vuelve a entrar) ¡Oh, acabo de presenciar una escena conmovedora!
MORROCKFELLER.- ¿A ver?
JOAN.-
¡He visto un tranvía! Venía despacito, despacito… Se oían los ladridos
de los perros, los suspiros del motorista, ¡los bostezos del colector! Y
era una sola sombra larga. El tranvía extendía sus manos como un ciego:
¡por dónde voy, señores, por dónde voy! Las gentes les decían:
levántate y anda; y él se levantó, pero no anduvo. Todos le dieron una
locha, bajaron y anduvieron, anduvieron, despacito, despacito; y él
venía atrás, diciéndoles: ¡Esperadme! Despacio se va lejos. Quise
subirme a él, pero tuve miedo de amar con locura, de abrir mis heridas
que suelen sangrar y no obstante toda mi sed de ternura, cerrando los
ojos, lo dejé pasar… ¡y todavía no ha pasado...! (Solloza); (Salen todos cabizbajos)
MORROCOBRERO.- (a Sherlock)
Mire, Míster, antes de irnos al Silencio, voy a decirle una cosa: ¿Con
eso del olor de oro, no nos estará esa gente mamando gallo?
SHERLOCK.-
¿Mamando el gallo? Y el oro… Un momento. El oro y el gallo… Por si
acaso, démele un telefonazo a Farsen Ramia para que le pele el ojo, por
si esta gente nos quiere mamar el gallo de oro.
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