Digno de perpetua memoria. Ilustre en sangre. Perito en letras. Valiente en armas. Hijo de Garcilaso de la Vega. De las Casas de los duques de Feria e Infantado y de Elisabeth Palla, hermana de Huayna Capac, último emperador de las Indias.
El Inca Garcilaso de la Vega es el símbolo primario del mestizaje y la colonización que se iniciaba entonces en el Nuevo Mundo. Al cabo del tiempo ha llegado a ser una de las figuras más admirables y discutidas de la historiografía y las letras hispánicas. Para homenajear a estos tres grandes de las letras, este día se celebra también el Día Mundial del Libro.
Su obra fue breve como su vida y está compuesta por:
Una epístola, dirigida a su amigo Boscán.Dos elegías: una dedicada al hijo del Duque de Alba, Don Bernardo de Toledo,fallecido prematuramente en la guerra, y la otra, a Isabel Freyre, una dama portuguesa por la que sintió un gran amor, no correspondido.Tres églogas. Cinco canciones, en las cuales cultivó el endecasílabo italiano, como en sus otros poemas. Treinta y ocho sonetos. Algunas composiciones de metro español.
Abordó en sus poesías la vida pastoril, la idealización de la naturaleza, con hierbas y flores coloridas y sanas, el agua fresca y serena, el radiante amanecer, la alegre primavera, etcétera. Los elementos del paisaje, sienten y se expresan en una animación y personificación constante, por ejemplo, “Con mi llorar las piedras se enternecen....las aves que me escuchan…”
No hay comentarios:
Publicar un comentario